Mi ausencia de la RED durante una semana, ha permitido agrupar los dos último escritos del Sr. Torres.
Os los muestro, a continuación, para vuestro deleite.
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Al margen - Preferentes: solución final, noche y niebla.
26.03.13 | 12:20. Archivado en Rafael
Torres
MADRID, 25 (OTR/PRESS)
Contra lo que parece, pocas son las coincidencias y los paralelismos entre el rescate bancario español y chipriota, pero en lo que menos se parecen ambos casos es en la "solución" final, o final de momento, al asunto: en tanto que en Chipre la clase política ha defendido el patrimonio del pueblo, esto es, los ahorros de la gente normal y trabajadora, en España el Gobierno del PP entregó directamente el dinero del pueblo, esto es, los ahorros de la gente trabajadora y parte de los recursos comunales, a los prestamistas alemanes que tenían que "rescatar" las Cajas controladas en su mayoría, desde antiguo, por el propio partido de Mariano Rajoy. O dicho de otro modo, en tanto en Chipre la solución ha pasado por dejar a resguardo los depósitos de particulares inferiores a 100.000 euros, en España se ha aplicado la Solución Final, en sentido pavorosamente estricto, a los ahorros de los ciudadanos más prudentes, aquellos que depositaron en las Cajas de Ahorros de toda la vida el fruto de su sudor y de sus privaciones.
Pero si aquél Memorandum de Entendimiento (MOU) entre el Gobierno de Rajoy y sus prestamistas internacionales establecía esa inicua Solución Final para quienes habían sido víctimas de la macro-estafa de las Preferentes, y lo hacía con rango de Decreto firmado por el Rey, uno de sus desarrollos, el que mediante el FROB consagra esa intolerable incautación de las propiedades de los españoles, pretende aplicar, como si dijéramos, el tratamiento de Noche y Niebla sobre el particular. En efecto; tras emplearse por las Cajas toda clase de argucias para desviar los ahorros de la gente a sus propias arcas desfondadas, que no otra cosa fue convertir los depósitos y los fondos de los clientes en Preferentes y Subordinadas, llega con esa resolución del FROB, la que establece "quitas" y "canjes", la argucia suprema, la de cambiar obligatoriamente esas acciones por otras de rango inferior y que no valen maldita la cosa. Así, el Gobierno finge una solución mediante un canje irreal que consiste en no devolver ni un euro a la gente, sino tan sólo papeles sin valor que al banco no le cuestan nada.
El hecho de que el país esté podrido por la corrupción, pero sobre todo por el desahogo y la impunidad de que ésta ha gozado, y de que cada día salte un escándalo más brutal que el del día anterior, no empiece la magnitud de éste otro, el de la sustracción del dinero del pueblo, que precipita al país en el abismo de la inseguridad jurídica y de la inanidad constitucional.
Al margen - El caso Nóos y las limitaciones humanas.
28.03.13 | 12:20. Archivado en Rafael
Torres
MADRID, 27 (OTR/PRESS)
Entre las limitaciones humanas no deben encontrarse la perplejidad y la estupefacción, o cuando menos en los seres humanos españoles, a quienes la circunstancia de ser españoles precisamente nos obliga al pasmo constante. El flipe es en nosotros, pues, la norma, y la asistencia a acontecimientos racionales, congruentes, normales, la excepción. Si así no fuera, si sólo alucináramos de vez en cuando, asistiríamos asombrados al hecho de que no se haya llamado a declarar todavía, siquiera en condición de testigo, a doña Cristina de Borbón, directiva, como se sabe, del afamado Instituto Nóos.
Ni el juez Castro, que instruye el caso de ese chiringuito succionador de bienes y recursos públicos que salpica a la Casa Real y embadurna a los políticos que prestaron para el expolio su cooperación necesaria, ni la Fiscalía, han creído conveniente hasta la fecha convocar a doña Cristina al Juzgado, amparándose en la idea de que la pertenencia a la Junta Directiva del ente saqueador no significa que colaborara activamente en las ideaciones de éste para apropiarse por la patilla de los dineros del común. Puede, en efecto, que así fuera, aunque de la última entrega de los correos electrónicos de Diego Torres no se infiere precisamente eso, pero ¿qué mejor para salir de dudas, o para entrar en ellas con todo el equipo, que llamarla para preguntárselo? A la esposa del citado Torres, Ana María Tejeiro, cuya participación en las conspiraciones dinerarias de Nóos bien podrían interpretarse como de índole parecida a la de la Infanta, se le llamó, se le preguntó y se le imputó.
Lo malo de la perplejidad permanente es que casi no se nota el asombro puntual, concreto, específico, al por menor. Solo el caso Nóos contiene de suyo tantos elementos para suscitar la suspensión del ánimo y de la razón misma, que la que produce ese vacío en las filas de los que deponen ante el juez Castro no cursa como debiera y la naturaleza dicta, con profunda y unánime indignación. Todo el mundo sabe por qué Urdangarin, con sus particulares limitaciones humanas, pudo apalancarse por el morro millones de euros del común, cuya devolución sólo puede resolverse a expensas del trámite y la sentencia judicial. ¿Querrá o podrá la Justicia española adentrarse de veras, a toga quitada, en ese por qué?
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