ACTUALIDAD
Zona privilegiada, pero en peligro
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ENTRE
DOS MARES. El Mar Menor es la laguna salada más grande de Europa,
separada del Mediterráneo por un brazo de arena de 22 kilómetros
de longitud. / L.V.
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La Manga y el Mar Menor se abren a través de un espacio ecológico único
aunque, al mismo tiempo, sometido a la frenética actividad humana
PILUKA FERRE
La laguna salada más grande de Europa. El Mar Menor es un ecosistema
privilegiado y al mismo tiempo sometido al impacto de la frenética
actividad humana.
Su
formación es relativamente reciente en términos geológicos. De hecho,
corría la Era Terciaria cuando el Mar Menor era una enorme bahía abierta
al mar Mediterráneo.
La
formación de las montañas Béticas (desde Gibraltar a Cabo de Palos), a
través de alzamientos y plegamientos del terreno, dio lugar a que, hace
diez millones de años, la gran bahía recibiera de lo que luego fue el
Campo de Cartagena y a través de sus ríos y ramblas, una gran cantidad
de sedimentos.
Al mismo
tiempo, la formación de pequeños volcanes marinos dieron origen a las
islas que hoy emergen de la laguna:Grosa, Mayor, Ciervo, Perdiguera,
Redonda, Sujeto y El Carmolí.
La
existencia de otros pequeños promontorios que apenas llegaron a emerger
ayudó a que las corrientes marinas que chocaban con el Cabo de Palos
fueran depositando un brazo de arena que, con el tiempo, cerró la
laguna, dando origen a un mar interior, más pequeño, separado del
Mediterráneo por algunos canales o golas naturales que permitían el paso
de las corrientes marinas y la renovación de las aguas. Había nacido La
Manga.
Juventud geológica
Hace
sólo mil años, La Manga se encontraba aún a medio formar. Prueba de
ello son los mapas de Francesco Berlingheri, de 1482, o el mapa de
España de Diego Hommey, de 1562, donde el Mar Menor todavía se muestra
como una bahía abierta hacia el mar Mediterráneo.
Sin
embargo, en los últimos siglos el proceso de acumulación de arenas se
aceleró hasta formar definitivamente la Manga, entonces libre de
turistas y concurrida por las tortugas, que encontraron en la lengua de
arena un lugar privilegiado para desovar.
El
Mar Menor y sus zonas palustres periféricas forman una zona húmeda de
relevancia mundial, avalada por el Convenio de Ramsar. En 1994 se
incluyó al Mar Menor en la Lista de Humedales de Importancia
Internacional -creado por dicho convenio-, especialmente como hábitat de
aves acuáticas. Símbolos de este ecosistema son los caballitos de mar,
el langostino autóctono, el fartet, las praderas de posidonia y
numerosas especies de fauna, flora, y hábitats naturales que gozan de la
máxima protección en el ámbito de la Unión Europea, como los saladares y
estepas salinas, diversos matorrales y los bosquetes de araar o ciprés
de Cartagena.
Las efemérides
geológicas han generado hasta este mismo momento una laguna de 180
kilómetros cuadrados de superficie separada del Mediterráneo por una
manga de arena de 22 kilómetros de largo y de entre 100 y 800 metros de
ancho. El singular paisaje no tardó en despertar el interés del hombre,
quien comenzó la explotación de la laguna a través de su privilegiada
pesca primero y, en las últimas décadas, a través del turismo
residencial a gran escala.
El
turismo de masas comenzó con inocentes excursiones en galera desde
Murcia y su huerta en los meses estivales. Por aquel entonces, las
viviendas de veraneo no eran más que campamentos de quita y pon. Sin
embargo, la singularidad del entorno animó a los más pudientes a
alquilar casas de pescadores e incluso a levantar sus propias viviendas
de vacaciones.
Muchos
recuerdan que, en la década de los sesenta, La Manga todavía era un
territorio virgen donde se podían recoger chapinas y berberechos a
placer. Sin embargo el desarrollo económico, la popularización del
automóvil, las campañas para fomentar el turismo entre los españoles y
la llegada de los primeros veraneantes extranjeros desencadenaron a
mediados de los setenta la masiva urbanización del litoral marmenorense
con una selva de ladrillo, cemento y asfalto, más propio del skyline de
una gran urbe, que de un paraje natural de exquisita belleza y
sorprendente formación.
DATOS DE LA LAGUNA
Superficie: Actualmente el Mar Menor tiene unos 180 kilómetros cuadrados de superficie
Profundidad media: 4 metros
Profundidad máxima: 7 metros, en el centro de la laguna
Longitud de La Manga: La lengua de arena mide 22 kilómetros de largo y entre 100 y 800 metros de ancho
Precipitaciones: Tan sólo 323 litros por metro cuadrado al año
Comunicación: La comunicación entre la laguna y el mar Mediterráneo se
hace a través de una serie de golas. Destacan las encañizadas de La
Torre y El Ventorrillo, al norte, y los canales artificiales de El
Estacio y Marchamalo
Salinidad: Varía entre los 42 y 47 gramos/litro, frente a los 36-37 gramos/litro del Mediterráneo
Temperatura del agua: Alcanza una media de 12 grados centígrados en invierno, que se eleva a 30 grados en los meses de verano
Ramblas: Ramblas del Albujón, del Beal, Ponce y Carrasquilla.
Islas: Mayor o del Barón, Perdiguera, del Ciervo, Rondella y del Sujeto. Todas ellas de origen volcánico
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