Supongo que, como ciudadano español, con derecho a voto, el cual uso cuando me viene en gana, se me permitirá opinar sobre los graves y trágicos problemas que nos acucian, por gobernarnos como nos gobiernan. La tragedia de los enfermos de hepatites C, es mas negra que la amenaza de ETA, aunque para nada sea comparable. Aunque las dos cosas producen muertos, unos mas lentamente y con mas sufrimientos que otros.
Cuando se inyectan gigantescas cantidades dinerarias, en salvar a la banca, con dinero de los curritos...¿Se ayuda a la ciudadanía o a la golfería capitalista, que nos empobrece?.
Cuando se hace politica de defensa a una farmaceutica, con el fin de enriquecerla porque, comercializa la farmacopea salvadora de una enfermedad, alguna culpa tendran los politicos que tienen poder de decisión.
Para ésta ebfermedad, la medicina salvadora, existe. La posibilidad de que los enfermos curen, existe. La negativa desde el Gobierno a atender la vida de los que votan, existe. Entonces... ¿Que ocurre en España?. Muy sencillo. Que los que nos gobiernan no tienen la voluntad necesaria para "salvar a nuestros enfermos" porque, quieren seguir ayudando a sus amigos capitalistas farmaceuticos.
Tambien dicen los que entienden, que muchos enfermos han de acabar transplantados de hígado, operacion mas cara que que la cura de la enfermedad.
Los técnicos en la materia, advierten que, lo mas económico, ademas de humano, es curar a los efermos. Viene esto a demostrar que la razón es de GESTIÓN.
¿Se depurarán responsabilidades por las muertes ocurridas desde que Ana Mato dijo el año pasado(24-09-2014) que...:
""Sanidad financiará el esperado fármaco contra la hepatitis C
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El medicamento estaría incorporado a la financiación pública en las próximas semanas
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha anunciado este miércoles que el Ministerio ha alcanzado un principio de acuerdo con el laboratorio fabricante del medicamento para la hepatitis C Sovaldi (sofosbuvir) para incluir este fármaco en la financiación pública, y asegurar así "que está a disposición de los médicos para prescribirlo a los pacientes que lo necesiten". La ministra ha hecho este anuncio antes de la reunión informal de consejeros de Sanidad de las Comunidades Autónomas, celebrada este miércoles en Santiago de Compostela. En concreto, ha señalado que la propuesta se presentará en la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos la semana que viene para su aprobación, de manera que el medicamento estaría incorporado a la financiación pública en las próximas semanas
""?.
¿A QUIEN SE LE DEBEN CARGAR TODAS ESTAS MUERTES EVITABLES?, O, ¿No son evitables?.
¿Cuantos muertos van desde el dia del anuncio de Ana Mato?. Dicen los que lo saben, que mueren doce enfermos de "Hepaites C", cada dia. ¿No es hora, aún, de cortar este chorreo de muertes?.
Quede muy claro que solo intento contabilizar muertos, sin comparar razones de sus muertes. Cito a los "matados" sin analizar causas. Lo mismo me da que lo sean por una bala o por no proporcionarles las pastillas necesarias. En cualquier caso eran personas vivas que por voluntades especiales las han llevado a la muerte.
4.000 muertos en un mes, son mas de los que suman: 858 en cuarenta años, mas 191, mas 79, mas 43..., son demasiados muertos por los que habra que responder a quien corresponda y ante quien corresponda. Ya se verá.
Cuando ademas se acusa a Mato de "omisión del deber de socorro", de haber "dejado morir" a unos 4.000, de falta de "voluntad politica", de "responsable último de todo lo que está pasando", No existe ninguna duda: EL PROBLEMA CREADO, ES GRAVÍSIMO.
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LA VELETA
Luchan por vivir
VICTORIA LAFORA 12/01/2015
Los enfermos de hepatitis C están luchando por su vida y peleando por que los recortes en Sanidad no les priven de unos medicamentos de última generación que han sido denominados los antibióticos del hígado. La mezcla de dos de ellos ha demostrado que es capaz de curar a un 90% de los pacientes de una enfermedad con muy mal pronóstico. El problema es su precio. El coste de un tratamiento con Sovaldi (una de las marcas) asciende a veinticinco mil euros para doce semanas. Pero cura y eso es lo fundamental.
Sucede, además, que los pacientes no están solos. Hepatólogos de toda España acusan al ministerio de Sanidad de poner en riesgo la salud de sus pacientes por dificultar el acceso a los nuevos fármacos y recomendar el uso de los que ellos consideran «obsoletos» y con graves efectos secundarios. Es más, la Sociedad Española para el Estudio del Hígado ha incitado a sus facultativos a rebelarse contra la guía de Sanidad que dicta el tipo de tratamiento que debe recibir cada paciente.
Porque conviene insistir en que no se trata de fármacos que prolongan la vida, atenúan los síntomas u ofrecen una esperanza de curación como es el caso de los antitumorales en el cáncer. No. Aquí se trata de salvar la vida.
El nuevo ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha anunciado que el próximo lunes se pondrá en marcha una comisión presidida por el prestigioso hepatólogo Joan Rodes, para evaluar la dispensación de los nuevos antivirales y recalcó, ahitó de razón, que no son los políticos los que deben decidir a quién se le trata con el Sovaldi, que deben ser los facultativos. Quizá olvidó, recién llegado al cargo como está, que los hepatólogos ya se han pronunciado y exigen a su departamento, por ejemplo, que cesen las trabas a los pacientes trasplantados de hígado a quien Sanidad condena a recibir Interferón, del que se puede prescindir con los nuevos fármacos. Se calcula que en España hay unas ochocientas mil personas afectadas de hepatitis C y el Gobierno solo ha destinado una partida de 125 millones de euros para su tratamiento. Alemania destinó 800 millones teniendo menos casos.
El clamor popular es tal, y una prueba de ello es la solidaridad con los pacientes encerrados en el hospital Doce de Octubre, que le va a resultar muy difícil a la nueva comisión o al ministro seguir siendo tan cicateros en la administración de los revolucionarios fármacos. Y no vale culpar a los laboratorios de ganar dinero a costa de la salud porque el peso de la investigación científica y el enorme coste de la misma la están llevando ellos ante el recorte público en I+D+I. El ahorro que va a suponer la caída del precio del crudo, que tanta satisfacción produce a Hacienda, podría destinarse a aumentar los presupuestos sanitarios laminados por los recortes.
Llama mucho también la atención el silencio de la jerarquía eclesiástica española, tan activos en la defensa de la vida del no nacido, y ahora silentes ante la muerte injusta de los vivos
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