BFA-Bankia tendrá
que acometer un proceso de reducción de empleo similar al que ya ha llevado a
cabo, con un recorte de otros 4.000 puestos de trabajo. Así lo exige la troika
(Comisión Europea, BCE y FMI), según fuentes conocedoras de la situación.
Además, desde los sindicatos se asegura que los nuevos despidos -no sólo en
Bankia, sino en todas las entidades nacionalizadas- tendrán que acogerse a las
reglas de la reforma laboral
del Gobierno en vez de aplicar las
condiciones tan favorables de los ERE anteriores. Este nuevo ajuste se
centrará en servicios centrales y en las oficinas de las zonas donde la cuota
de Bankia es reducida.
Ya en septiembre, Bruselas comunicó a
José Ignacio Gorigolzarri,
presidente de la entidad, que
su propuesta inicial de recortar 1.500 empleos era
insuficiente y tendría que ir más lejos. Pero las cifras de las que se
hablaba entonces,
unas 3.000 salidas, se han quedado cortas, y la cifra
final se situará más cerca de las 4.000, según las fuentes consultadas. Un
portavoz de la entidad no quiso hacer comentarios sobre esta información.
Estos recortes se centrarán en los servicios centrales, aunque también será
imprescindible un nuevo cierre de oficinas. En el primer caso, la troika obliga
a todas las entidades nacionalizadas a
cerrar o vender todos los negocios que no sean el básico de banca
minorista, como adelantó
El Confidencial. Por tanto, irán fuera
unidades como
banca mayorista y de negocios, mercado de capitales, fondos de
inversión, planes de pensiones, medios de pago e incluso banca privada
(aunque en este caso se integrará en parte en la red minorista).
Además, en el caso de Bankia están los servicios centrales originales de
las siete cajas que forman Bankia (Caja Madrid, Bancaja, Segovia, Ávila,
Rioja, Laietana e Insular) en sus territorios de origen, que hasta ahora se han
mantenido pero que ya no tienen sentido una vez que se han centralizado en
Madrid y que se ha culminado la integración tecnológica de todas las entidades
fusionadas. Aquí también se producirá un fuerte ajuste de personal, según las
fuentes consultadas.
Pero la red tampoco se va a librar de la tijera, pese a que el grueso de
los 4.300 despidos ya acometidos por la entidad se ha centrado en las
sucursales. La troika obliga a las nacionalizadas a cerrar fuera de su
territorio de origen, pero eso es algo complicado en el caso de Bankia porque
tiene siete territorios naturales y, además, porque Caja Madrid era una entidad
nacional, como La Caixa, antes de fusionarse. La filosofía que se va a adoptar
es mantener las sucursales en los territorios donde Bankia tiene una cuota de
mercado relevante y cerrarlas donde no es así.
Y dentro de ese esquema, también se cerrarán las oficinas no rentables
en las zonas donde sí tiene cuota: por ejemplo, las sucursales de las cajas
pequeñas en Madrid. "En los territorios que no son naturales de las siete cajas,
acometieron un proceso de expansión muy agresivo financiando promociones y
captando pasivo con ofertas atractivas pero efímeras; ahora, esas sucursales
tienen una morosidad altísima y muy pocos depósitos, por lo que no son
rentables", explica una de las fuentes consultadas.
Condiciones mucho menos favorables
En cuanto a las condiciones de estos nuevos despidos, no serán ni mucho
menos tan favorables como los del ERE acometido por Rodrigo Rato, que aún
está vigente: prejubilaciones incluso con 54 años con el 95% del salario
neto -aprovechando una ventaja fiscal de las integraciones, ya que la
cantidad supone en torno al 80% del bruto-, más el plan de pensiones que le
correspondiera al trabajador, e incluso se dan facilidades para cobrar el dinero
de golpe, por mitades o mensualmente. En casi todos los casos, se incluyen dos
años de paro antes de jubilarse.
Ahora este 'chollo' no va a repetirse, por dos razones. La primera es que
la
reforma laboral del Gobierno pone unas condiciones muy duras
para que las empresas puedan acudir a las prejubilaciones y la segunda es
que la
troika exige que estas reducciones de plantilla se hagan con el menor
coste posible para las entidades que van a recibir dinero público. Por
tanto, todo apunta a que los afectados por estos despidos (en Bankia y también
en NovaGalicia, CatalunyaCaixa y Banco Valencia) tendrán que conformarse con los
20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades que impone la citada
reforma laboral.
En el caso de Bankia, los test de estrés de Oliver Wyman detectaron un
déficit de capital de 24.743 millones, adicionales a los 4.465 millones ya
inyectados en mayo mediante la conversión de las preferentes que le concedió el
FROB 1 en 2010. Sin embargo, esta cifra se reducirá por el impacto positivo en
el capital del traspaso de los activos tóxicos al banco malo, así como la venta
de participadas y la asunción de pérdidas por los accionistas y tenedores de
preferentes y subordinada. Algunas estimaciones sitúan la cifra final del
rescate de Bankia en unos 16.000 millones.
¡¡Pobres empleados!!, despues que se esforzaron y se esmeraron en realizar el trabajo sucio que sus jefes les ordenaron, son recompensados con miles de despidos.
ResponderEliminarClaro esta, el que juega con fuego, al final se quema, y algunos incluso se chamuscan.
Solamente decirles a estos empleados, que estan a tiempo de denunciar a sus jefes, que los han abandonado a su suerte, y esta no van a ser muy satisfactoria, no lo digo por la exencion de comisiones sino por la visita al INEM.
Como bien dice un dicho español....." a cada cerdo le llega su San Martin". Y esta cerca.
Si realmente los afectados lo merecieran nos pondríamos a declarar, pero veo que no. Desear el mal ajeno es de cobardes y malas personas, claro que vuestro San Martin es para los restos.... Y no es que me alegre
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