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Blanca y Jacinto: La muerte por hambre de ancianos en la “democracia” española
Seis días solos, sin comida, viendo pasar juntos todos aquellos años donde también existió la felicidad, tristes de verse abandonados por un estado en manos de demonios, una lenta agonía, la que da el morir por inanición, cuando el cuerpo se va degradando, consumiendo lentamente hasta no poder más.
Esos fueron los seis últimos días de Jacinto y Blanca, los dos ancianos muertos por hambre en el barrio de Arenales, Las Palmas de Gran Canaria, un municipio que según su arrogante alcalde del PP, aspira a ser la capital económica del norte de África, sede de las sanguinarias multinacionales de los diamantes y el petróleo.
Jacinto de 75 años y Blancanieves de 68, sufrían el tremendo dolor de la miseria, mientras la ciudad celebraba su carnaval del despilfarro, cientos de miles de euros en pan y circo en una isla al borde de la hecatombe social, con más de doscientas mil personas que solo hacen una comida al día, con uno de cada tres niños sufriendo malnutrición y empobrecimiento extremo, cientos de miles de familias sin ingresos, haciendo cola cada día en los bancos de alimentos.
La vergonzosa hipocresía de los políticos del régimen español conduce a millones de personas al abismo de la barbarie, de sufrir el inmenso sufrimiento de Jacinto y Blanca, víctimas de un tipo de terrorismo que nadie persigue, que mata lentamente, que asesina entre robos y tramas corruptas, siguiendo los dictados de bandas mafiosas como el BCH, la Unión Europea o el FMI.
Morir de hambre ya es una causa más de muerte en el estado español, los medios de comunicación lo ocultan, como tapan los miles de suicidios por razones económicas cada mes, personas que desesperadas no aguantan más las presiones y el chantaje de la genocida banca usurera, respaldada por políticos corruptos sin escrúpulos para seguir asesinando.
Un recuerdo emocionado a estas personas, a las millones que sufrimos la aberración de un gobierno de psicópatas, capaces de todo para seguir enriqueciendo a sus putrefactos clanes familiares y empresariales.
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Yolanda, por e-mail, opinó ésto:
SOY ESPAÑOLA....ME
AVERGÜENZO DE ELLO....
Esto, esto no tiene
calificativo, no tiene justificación, ni encuentro palabras, ni quiero, ni
acepto comentario alguno al respecto. De este tipo de muertes, asesinatos
inducidos y consentidos tienen la culpa los gobernantes, tiene la culpa el
maldito gobierno de Canarias y el nauseabundo gobierno de ese presidente
miserable, farsante y mala, muy mala persona que nos habla de su España, esa
cojonuda que le llena los bolsillos de dinero a el y sus amigos, esa que les
permite ser una mafia estructurada, corrupta y llamarse así mismos "gobierno
demócrata y legítimo". Y por supuesto es culpable el pueblo, si ese pueblo
español que vive de espaldas a la realidad, que vive resignado y dispuesto a
seguir dando gracias por las migajas a esta patraña de mal nacidos que roban a
los pobres para hacer más ricos y poderosos a los ricos. Que asco me da un
pueblo que salta, brinca, bebe, disfrazados como mamarrachos mientras unos
ancianos mueren de hambre en esa España "locomotora de Europa" a la que tanto
envidian otros países, esa España que no es sino signo de insensibilidad,
menosprecio, escasa solidaridad, incultura, botellón y sobre todo un putarral
para turistas mediocres y españolitos patéticos que creen esas palabras
hirientes que repiten con orgullo y me atraviesan el corazón: "como en España no
se vive en ningún sitio, que envidia nos tienen....". La muerte de Jacinto y
Blanca es síntoma, respuesta y terrorífica consecuencia de una país miserable,
gobernado por miserables y habitado por inmundicia capaz de festejar, por encima
de todo festejar, porque aquí pase lo que pase, muera quien muera, ni suicidios,
ni desahucios, ni el hambre de niños, ancianos, padres, madres, ni la
precariedad, ni el robo de la sanidad pública, ni la violación de la educación,
ni la estafa bancaria a nuestros mayores, ni el exilio forzado de jóvenes y no
tan jóvenes, ni la muerte de enfermos de hepatitis, ni de cáncer, ni de
dependientes.....nada, nada, nada impide que el españolito agarre fuerte su
inmundicia y su botella de vino y se tire a la calle a emborracharse y mostrar
su peor y único verdadero rostro.
En este paquete no
entran los que luchan y resisten, los que como hoy están en Madrid de Legazpi a
Néptuno y volverán a estar siempre enfrentando al poder y buscando la justicia
social, los que no se resignan...pero evidentemente ese sector que denuncio
existe, y nos causa vergüenza, nos impide salir de esta cruel mediocridad y
avanzar hacia un futuro en el que no seamos lo que impone Europa y EEUU, un
putarral barato al que venir a desahogar instintos básicos a precio de
risa.
Mi dolor, mis
lágrimas y mi respeto a esta pareja que bien podrían ser mis abuelos o mis
padres, mis amigos....
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