Este caso nos abre las entrañas de estos empleaduchos que lo primero que sabían era quien quien somos cada uno de nosotros, quienes teníamos domiciliados todos los movimientos del dinero de nuestras vidas, y, los primeros que veían el ingreso de la indemnización en nuestra libreta. Ellos sabían si el dinero provenía de que una bomba nos había arrancado media pierna o media cabeza. A partir de comprobar el ingreso de las cantidades en nuestras libretas, lo siguiente era una llamadita a nuestro domicilio para decirnos que eramos especiales...Tal como lo explicó Encarnita Polo, pero hecho de igual forma a todos los que nos pillaron.
""Yo no hablé de bolsa ni nada por el estilo. Ellos hablaban de
preferentes y yo entendí que éramos los mejores. Nos dijeron que no se
lo dijéramos a nadie, porque esto era un asunto de pocos clientes, que
no había para todos"".
El resto de las historias es lo que nos mueve al estado de desesperación y de cabreo, en el que vivimos. Ahora nos abren otro frente para liquidarnos a otros cuantos: El arbitraje del señor De Guindos. Nos se os ocurra acudir al arbitraje, la firma que estampéis, sera la autocondena de muerte. Tened presente, dentro del mal que han cometido, que han buscado VICTIMAS de lo que sea, para ensañarse con ellas...
La situación no puede estar mas clara. Y para mayor inri, lo ha pregonado, en la Cámara de los Diputados. Mayor escarnio hacia todo lo decente establecido no pueden cometer.
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VÍCTIMAS POR PARTIDA DOBLE
Bankia y sus preferentes atrapan a
los afectados del 11-M
Algunos afectados invirtieron sus indemnizaciones por los atentados del 11-M en preferentes de Bankia. Jesús entregó los 30.000 euros de su indemnización a Bankia, dinero que se ha perdido. "No me explicaron nada y no me dijeron que se trataba de un producto de alto riesgo".
laSexta.com | Madrid | Actualizado el 19/12/2012 a las 19:40 horas
Bankia y sus preferentes atrapan a una docena de afectados por los atentados del 11-M. Algunos afectados invirtieron sus indemnizaciones en preferentes de Bankia. "El dinero me trae recuerdos del día del atentado. Es algo que, con el día a día, acabas aprendiendo a llevarlo", afirma Jesús Ángel Múñoz, una de las víctimas. Jesús entregó los 30.000 euros de su indemnización a Bankia, dinero que se ha perdido. "No me explicaron nada y no me dijeron que se trataba de un producto de alto riesgo".
Cantidades muy altas de dinero que intentaban mitigar y compensar el dolor causado por la tragedia del 11-M. "El Estado funcionó a la perfección en el pago de las indemnizaciones y ahora unos cuantos se han aprovechado de la situación para hacer caja", explica Manu Marlasca.
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