jueves, 6 de noviembre de 2014

PREFERENTES BANKIA: PERIODISMO ESPECIAL

                                        REPLICANDO AL PERIODISTA

EJEMPLO DE MAL USO DE LA SEMANTICA, PUEDE SER, EL DE AQUELLA SEÑORA QUE,  SE LAMENTABA ANTE UNA AMIGA,  DE QUE SU HIJA PEQUEÑA HABIA TENIDO MUY MALA SUERTE EN EL MATRIMONIO: SU MARIDO LE HABÍA SALIDO CORNUDO.

La semántica es algo que analiza la mente, por lo tanto, se piensa pero no duele. El hambre lo sienten todos los tejidos de nuestro organismo y se nos almacena entre el corazón y las tripas, no tiene nada que ver, lo uno con la otra.

El noviembre, el diciembre..., hasta el octubre siguiente, es peor cuando uno no vive de interrogaciones. Las interrogaciones salen de nuestras dudas. La certeza, cuando acabamos resabiados, de tantos males causados contra nuestras personas.

Cuando alguien acusa a otro de ideologías derrotistas, es que, entremedias existe el abusador y la víctima. Y peor, el calificador, siempre es afín al causante del desequilibrio.

Es cierto que no es lo mismo un político preso que un preso político, como tampoco es lo mismo un corrupto de un partido, que un partido de corruptos.

Otra cosa es que, cuando uno tiene en la mente el golpe o el golpazo de estado, mas de una y mas de dos veces, piensa en el. El español normal, almacena en su mente, ese recuerdo, en estado silente.

Las citas a los carteros, quedan muy bien, pero un poquito anacrónicas. No me gustan los comentarios, críticas o denuncias a toro pasado. No son valientes, los periosdistas que lo practican

Lo de España, no son náuseas o angustiamientos, son jirones y amputaciones en nuestros cuerpos, en los cuerpos de los que les hemos votado,  creídos de los pregones que los malditos hijos de puta, nos lanzaros en campaña.

En cuanto a los Pablo Iglesias, dobles o sencillos: ¡¡Que pena que no surgen quince o veinte millones!!. Esos son los que hacen falta para barrer nuestra Patria de abonos orgánicos, y de delincuentes proliferantes. También haríamos el cambio purificante de un periodismo colaborador y connivente, además, en la mayoría de los casos, de subvencionado. El hambre, la injusticia y la desesperación de un pueblo, o se canta a las claras en ROMAN PALADINO, o se silencia en cobardía. 

Lo de leer en el retrete, es cotidiano, no ocurrente, pero al desahuciado le quitan hasta eso, hasta el retrete. Si alguien quiere leer, ¡¡A la puta calle!!. Sí, señor periodista. Ni su mundo ni la forma de verle, coincide con los mios. A mas de uno le convendría acudir al oculista a hacerse una revisión. Cuando una persona, a lo negro se le ve marrón, es que algo grave le ocurre en la vista.

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 Jueves, 6 de noviembre de 2014

LA ESPUMA DE LOS DÍAS

Estados de noviembre


JOSÉ L. SUÁREZ ROCA 06/11/2014 
 
Desciende noviembre y la ciudad comienza a replegar sus alas, los pueblos se acluecan, los ríos se hacen los muertos. Las primeras lluvias nos van dejando a todos con esa cara naíf de violinista azul de Marc Chagall. Tocamos el cielo amembrillado de noviembre y nos ponemos entonces a pensar con los pensamientos abiertos a la semántica subversiva del sur...
—¡Qué metafísico te veo, Pepín!
—Es que estoy de noviembre.
«Estar de noviembre» es un estado surrexistencial, un vivir en las esquinas de la interrogación constantey, un pasar el tiempo entre la patafísica, la metafísica política de izquierdas y la poesía de la resistencia frente a las ideologías derrotistas. No hay que confundir los sustantivos carcelarios con los adjetivos, como hacen los derrotistas. Efectivamente, no es lo mismo un político preso que un preso político.¿Subsisten aún en tu país los presos políticos? ¿Recuerdas cómo se llamaba el último preso político ejecutado en la España de Franco mediante garrote vil? Hace tan solo cuarenta años. ¿Una conspiración de los actuales políticos presos podría desembocar en un golpazo de estado?
Nos quedamos mirando fijamente al aire de noviembre y acabamos descubriendo la sombra de un cartero rural. Efectivamente, en los últimos siete años han desaparecido sesenta carteros rurales en el Reino Undido de León. ¡Los bravos carteros del Noroeste Atlántico, tan artísticos, tan literarios como los carteros de Neruda, de Tagore, de Van Gogh, de Saeki Yuzo...! Llevan a su espalda un arcoíris especial, los carteros. ¡No maten más, joder, no asesinen a los últimos mensajeros del misterio que nos quedan!
Subimos la cuesta de noviembre, una cuesta llena de náuseas y pedazos de angustiamientos que vendrán. Y al pasar por la calle de las Melancolías nos tropezamos con el barrendero municipal que se parece a ese doble de Pablo Iglesias que anda por ahí... Efectivamente, el aura política de un barrendero municipal es del color de la corteza de los abedules, (Lo del color de ciertas cortezas, es muy literariono, pero no se parecen en nada a las costras que nos dejna la heridas vencidas) tan oscura como el aura mística de todos esos dobles de Pablo Iglesias que pululan por el país. En sus palabras más altas se están posando los pájaros que sobrevolarían repúblicas federales...
Abrimos las ventanas de noviembre al ponerse el sol y nos agarramos entonces a los crepúsculos, o nos abandonamos un buen rato al placer de leer en el retrete esas piezas literarias que no se terminan nunca, la Historia del Reino Antiguo y Medio de León, la Antropología del Bierzo Perdido, el Cuento de los Santísimos Griales... Acariciar un libro constituye ahí una delicia.
Así que nos iremos comiendo el cielo de noviembre como si fuera un níspero rebozado de náusea y violines de Chagall.

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