27/11/13 (18:40)
""Silanvic, tienes suerte. Creo que tu sueño es común. Para mi, eso no es sueño, se ha
convertido en una necesaria e irremediable realidad que, hace desear verlo inmedia-
tamente realizado. Además, deseo que tengan que venir a mí, a pedirme trabajo...
A mi me pasa algo preocupante, tendré que ir a consultar a algún "loquero"...
A menudo, me despierto sobresaltado..., veo ante mí una sombra tétrica, con un abrigo
color crema, raído, siempre abierto, sin abotonar. La sombra anda vacilante..., viene
hacia mí..., llega a mi altura..., de pronto, siente como una sacudida en su cuerpo,
como una descarga eléctrica o algo así..., se le dobla la cabeza, de golpe, hacia atrás.
Después vuelve a su sitio, como un punching ball, y se aprecia un agujero en su frente...,
entre ceja y ceja. De pronto por el agujero comienza a manar un líquido viscoso, rojo,
asqueroso, macabro...
No se por qué, pienso si será el alma del de "el abrigo" de aspecto desharrapado, con
cuatro pelos malpeinados... en medio de su calvicie incipientemente acusada.
Siento un estremecimiento en mi alma. Me queda muy mal sabor de boca..., bebo un vaso de
agua y me vuelvo a acostar, intento dormir..., ¡Nada!, no hay forma de conciliar el sueño...
¿Que me pasa?... Me falta calma para poder vivir... Le doy muchas vueltas a mis ideas y no
veo la manera de coordinarlas..., mi esposa, mis hijos, mis nietos... mi porvenir, mi
futuro, mis propiedades, mis ahorros, mi manera de vida... Pero, ¿Que me está pasando?.
¿No tenia todas las medidas tomadas para una feliz vejez?...
Abro la ventana de mi dormitorio..., noto que en la calle hace una fina "rasca", me despejo,
voy a mirar el calendario. De pronto noto que me viene a la memoria el día en el que vivo...
Hace cuatro días estuvimos, un gran grupo de amigos, utilizando la camaradería, la empatia,
la solidaridad mezclada con la autoestima..., comimos opíparamente y después hubo "copitas"...
Vuelven los buenos recuerdos a mi mente, reconozco al fulano del abrigo raído y los cuatro
pelos..., me acuerdo que solo le falta la campanillita de los cojones, y, su risita conejil.
Noto la alegría que empieza a llenarme el ánimo... ¡Mañana es jueves!. En Madrid hay una
calle que se llama Alcalá, que tiene la casa numero 1; El reloj marca todos los días la hora
18:00, ¡¡No podía ser menos!!, mi vida la controlo yo.
Creo que no deben continuar jodiéndome...""
convertido en una necesaria e irremediable realidad que, hace desear verlo inmedia-
tamente realizado. Además, deseo que tengan que venir a mí, a pedirme trabajo...
A mi me pasa algo preocupante, tendré que ir a consultar a algún "loquero"...
A menudo, me despierto sobresaltado..., veo ante mí una sombra tétrica, con un abrigo
color crema, raído, siempre abierto, sin abotonar. La sombra anda vacilante..., viene
hacia mí..., llega a mi altura..., de pronto, siente como una sacudida en su cuerpo,
como una descarga eléctrica o algo así..., se le dobla la cabeza, de golpe, hacia atrás.
Después vuelve a su sitio, como un punching ball, y se aprecia un agujero en su frente...,
entre ceja y ceja. De pronto por el agujero comienza a manar un líquido viscoso, rojo,
asqueroso, macabro...
No se por qué, pienso si será el alma del de "el abrigo" de aspecto desharrapado, con
cuatro pelos malpeinados... en medio de su calvicie incipientemente acusada.
Siento un estremecimiento en mi alma. Me queda muy mal sabor de boca..., bebo un vaso de
agua y me vuelvo a acostar, intento dormir..., ¡Nada!, no hay forma de conciliar el sueño...
¿Que me pasa?... Me falta calma para poder vivir... Le doy muchas vueltas a mis ideas y no
veo la manera de coordinarlas..., mi esposa, mis hijos, mis nietos... mi porvenir, mi
futuro, mis propiedades, mis ahorros, mi manera de vida... Pero, ¿Que me está pasando?.
¿No tenia todas las medidas tomadas para una feliz vejez?...
Abro la ventana de mi dormitorio..., noto que en la calle hace una fina "rasca", me despejo,
voy a mirar el calendario. De pronto noto que me viene a la memoria el día en el que vivo...
Hace cuatro días estuvimos, un gran grupo de amigos, utilizando la camaradería, la empatia,
la solidaridad mezclada con la autoestima..., comimos opíparamente y después hubo "copitas"...
Vuelven los buenos recuerdos a mi mente, reconozco al fulano del abrigo raído y los cuatro
pelos..., me acuerdo que solo le falta la campanillita de los cojones, y, su risita conejil.
Noto la alegría que empieza a llenarme el ánimo... ¡Mañana es jueves!. En Madrid hay una
calle que se llama Alcalá, que tiene la casa numero 1; El reloj marca todos los días la hora
18:00, ¡¡No podía ser menos!!, mi vida la controlo yo.
Creo que no deben continuar jodiéndome...""
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