Viene esto a cuento, porque, la noticia-comentario que traigo hoy al blog, le ocurre todo lo descrito en el párrafo anterior. Manuel Jabois lo redactó tan perfectamente, que hoy es mas cierta y mas amplia que el día que fué escrita. Si tras transcurrir mas de sesenta días, lo descrito el 26 de mayo es hoy, mas actual que en la citada fecha, es que, algo tiene el autor de premonitor y futurista. O que está sobrado de conocimientos y sabiduría en humanidades, o todo a la vez Pero, claro, hay otro componente que eleva a este comentarista a lugares especiales como "paraísos terrenales", donde solo caben las conciencias, que el mundo necesita para que no se impongan los deseos de las hienas.
Tanto menosprecio a las buenas personas, tanto latrocinio desarrollado contra ellas, tanta falsedad hasta apropiarse de sus ahorros, producto de las renuncias y sacrificios durante toda su vida; Todas estas canalladas deben ser depuradas en sus responsabilidades y delitos. Tanta chulería de tanto chulo, tienen que ser castigadas en su justo precio. A tal delito, tal condena. Caiga quien caiga. Compañeros de pupitre. Amiguitos del alma. No en defensa del honor que algunos cínicos reclaman, sino en defensa del honor de los ultrajados, de los robados, de los decentes que ahorraron para acabar felizmente sus últimos días en la Tierra.
Que los mayores delincuentes financieros, políticos corruptos y maquinadores de la bondad y de la fe de las buenas gentes, no puedan continuar de rositas, cachondeándose de las personas a las que han maltratado, arruinándolas, en lo material, en lo físico y hasta en lo anímico.
¡¡¡Que a estos hijos de LGP, les caiga desde el cielo, la maldición que merezcan!!!
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elmundo.es
Domingo 26/05/2013. Actualizado 04:52h.
Ganarse la vida
Miguel Blesa y Aznar en una imagen de archivo. | Kike Para
Bankia, símbolo oneroso del enjuague institucionalizado entre el
dinero y la política, alfombra apolillada cuyo consejo de administración
ha sido siempre utilizado como depósito de amistades, lealtades
vergonzantes o contraprestaciones mafiosas, fue en su orígen un Monte de
Piedad de carácter social destinado a que los más desfavorecidos
accediesen a préstamos gratuitos con avales de joyas o ropajes. Cinco siglos
después al desfavorecido no se le deja entrar, a quien va con unos
ahorritos se le hace una colonoscopia para obtener un crédito y
a Gerardo Díaz Ferrán, por poner un ejemplo lustroso, se le envolvieron
más de 26 millones sin pestañear con unas condiciones que invitaban,
efectivamente, a que acabasen todos en la cárcel.
Podríamos recordar, con la mayor de las admiraciones, a aquel Carlos Vela de Caja Madrid que concedió 900 millones de euros en préstamos a Martinsa; tanto fue el cántaro a la fuente que terminó contratado por Fernando Martín con un salario digno. Días antes de la suspensión de pagos de la constructora lo volvió a acoger Caja Madrid para ponerlo de consejero delegado de una corporación. Duró unas horas, claro, pero qué horas: las mejores de nuestra vida. Romero de Tejada prolongó más su romance: fue al mismo tiempo secretario general del PP de Madrid y consejero de la caja cinco años, entre 1998 y 2003; el tiempo que se ahorró pagar la sede del partido en Majadahonda, propiedad de Caja Madrid.
La dirección de estas entidades debían ser reflejo de la sociedad; un llamado a todos los sectores para que gobernasen sus ahorros. Ese espíritu sí se mantiene íntegro: la crisis ha devuelto un espejo enderezado en el que por fin se distinguen los perfiles de choris, trincones y turistas. Desde Galicia hasta el Mediterráneo se produjo, llegado el iceberg, un asalto sincronizado que consistió en vaciar los depósitos y salir corriendo con el maletero lleno de millones como los ricos que dibujaba Escobar, puro en ristre; todo se sumergió despacio a la vista escandalizada de quienes asistían al rosario de virtudes gastonas en periódicos y revistas que relataron el horror con la misma gélida prosa que esos secuestros de décadas que por fin salen a la luz; si nunca saludaron en el portal fue porque son más de chalé.
Historias como las de Bankia se multiplicaron casi siempre con la complicidad e intervención del poder: las hay entre chuscas e irreproducibles. Podría confeccionarse un Google Maps en el que señalizar los lugares de la geografía mundial en los que consejeros y acompañantes sintieron, de repente, la irrefrenable necesidad de reunirse. O catalogar los negocios en los que se metieron para satisfacer necesidades básicas, empezando por las bodegas de Oporto. Si este fuese un país moderno en ese Google Maps estarían parpadeando ahora las mejores cárceles de la nación. De momento habremos de conformarnos con los juzgados.
El caso de Bankia es especial porque supone la criatura financiera
del PP y el tablero del Risk en el que sus líderes se ponen a jugar para
medirse el poder. Se aferró inutilmente Jaime Terceiro
al cargo cuando ganó las generales Aznar, lo cual tuvo mucho de
extravagancia porque fue el candidato del partido un año antes; Rato se
reunió con él para ofrecerle presidir Iberia, Renfe, la Sepi o un puesto
de zapatillas en el rastro. Terceiro se resistió hasta donde pudo; las
intrigas palatinas de su descabezamiento dan para una novela gore. Su
lugar lo ocupó Miguel Blesa.
"No tenemos la vocación de asaltar ningún banco. Pero nuestras
inversiones no tienen límite", dijo al llegar. Blesa era inspector de
Hacienda antes de ponerse como consejero. Tenía experiencia en ser
muchos años amigo de Aznar, que es un master universal de todas las
materias. A Aznar hubo un tiempo en el que las llamadas de Nochevieja se
las hacían presidentes de compañías que casualmente compartieron con él
clase; debió de ser la aula más preparada de la Historia de España. Es
probable que el maestro de esa generación del 27 de las empresas
públicas malviva con una pensión.
Blesa perdió el favor de Aguirre por tibieza con la Opa de Gas Natural sobre Endesa, entonces presidida por Pizarro, y por estética, pues se hizo comprar un coche de medio millón de euros que provocó el escándalo interesado del "aquí se juega"; se produjo después el encontronazo de la lideresa y Gallardón que desembocó en un entrañable "hijo de puta" a micrófono abierto. No se molestaban en fingir las formas, pues Caja Madrid se había convertido ya en la particular bodeguilla económica del PP. Blesa se resistió como Terceiro. A Terceiro lo echó Rato y Rato sustituyó a Blesa. A Rato se lo bajó Rajoy, desprendiéndose bellamente de la última carga sentimental de aquel abanico de candidatos a los que Aznar le paseó el dedo a finales de agosto de 2003. Había llegado a sonar Montoro, que achacó el rumor a enemigos de su partido que querían sacarlo de en medio (en política cuando te clavan un puñal te hacen banquero): "Esto lo están propagando los míos, pero os vais a joder porque voy a seguir aquí toda la legislatura", dijo. No sería la última vez que Montoro diría "joder"; de hecho las partidas de Apalabrados las gana colocando en todas partes solamente "joder".
Para entonces ya se había celebrado en El Escorial una boda irrepetible, acaso la primera de la historia cuya lista de invitados se hizo seleccionando entre los 1.000 más buscados del FBI. Fue el canto del cisne de la megalomanía de Aznar: un derroche de vanidad sin precedentes en el que sólo se echó a faltar Darth Vader. Probablemente también el más flagrante fallo de seguridad nacional que haya tenido España: si en cincuenta de esos platos se hubiesen colocado micrófonos nos hubiésemos ahorrado una fortuna. Todos esos policías, guardias civiles y escoltas que los protegían formando un cordón humano, ¿no pudieron darse la vuelta?
Esta semana el ex presidente salió en televisión con la ejemplaridad por bandera y un cierto vigor masculino en el discurso. Una cosa es que su recuerdo ensombrezca los de Zapatero y Rajoy y otra que nos hayamos vuelto todos tontos. Los vicios de Aznar, más allá de sus entrañables dislates, fueron nefastos, empezando por la intervención pública en lo privado sometida siempre a su baremo de gustos, cariños o acercamientos que a veces dependían de un divorcio. Los famosos silencios de Aznar y su libreta azul no fueron sino símbolos para el PP de su reinado de terror con el capricho personal incorporado. Para verlo ahora como adalid de la rectitud hay que tener los marhuenditos muy altos, casi al borde de la parálisis facial.
Su labor de zapa en la oposición y en el poder la describió así Miguel Blesa: "Es una persona que ha hecho las cosas con poco ruido. Lleva veinte años dando todos los días con un martillo, pero un martillo que no suena". Hoy el martillo suena pero no clava, si bien el único ruido que se escucha es el de la caja registradora, que más parece una sinfonía. Hace bien, qué carajo. Cumplir la responsabilidad con España también es ganarse la vida. Tumbarla por KO, diría yo.
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Fragmentos de algunos comentarios sobre la noticia:............................EN CONSTRUCCION
Podríamos recordar, con la mayor de las admiraciones, a aquel Carlos Vela de Caja Madrid que concedió 900 millones de euros en préstamos a Martinsa; tanto fue el cántaro a la fuente que terminó contratado por Fernando Martín con un salario digno. Días antes de la suspensión de pagos de la constructora lo volvió a acoger Caja Madrid para ponerlo de consejero delegado de una corporación. Duró unas horas, claro, pero qué horas: las mejores de nuestra vida. Romero de Tejada prolongó más su romance: fue al mismo tiempo secretario general del PP de Madrid y consejero de la caja cinco años, entre 1998 y 2003; el tiempo que se ahorró pagar la sede del partido en Majadahonda, propiedad de Caja Madrid.
La dirección de estas entidades debían ser reflejo de la sociedad; un llamado a todos los sectores para que gobernasen sus ahorros. Ese espíritu sí se mantiene íntegro: la crisis ha devuelto un espejo enderezado en el que por fin se distinguen los perfiles de choris, trincones y turistas. Desde Galicia hasta el Mediterráneo se produjo, llegado el iceberg, un asalto sincronizado que consistió en vaciar los depósitos y salir corriendo con el maletero lleno de millones como los ricos que dibujaba Escobar, puro en ristre; todo se sumergió despacio a la vista escandalizada de quienes asistían al rosario de virtudes gastonas en periódicos y revistas que relataron el horror con la misma gélida prosa que esos secuestros de décadas que por fin salen a la luz; si nunca saludaron en el portal fue porque son más de chalé.
Historias como las de Bankia se multiplicaron casi siempre con la complicidad e intervención del poder: las hay entre chuscas e irreproducibles. Podría confeccionarse un Google Maps en el que señalizar los lugares de la geografía mundial en los que consejeros y acompañantes sintieron, de repente, la irrefrenable necesidad de reunirse. O catalogar los negocios en los que se metieron para satisfacer necesidades básicas, empezando por las bodegas de Oporto. Si este fuese un país moderno en ese Google Maps estarían parpadeando ahora las mejores cárceles de la nación. De momento habremos de conformarnos con los juzgados.
'No tenemos la vocación de asaltar ningún banco. Pero nuestras inversiones no tienen límite'Miguel Blesa, al llegar a la dirección de Caja Madrid
Blesa perdió el favor de Aguirre por tibieza con la Opa de Gas Natural sobre Endesa, entonces presidida por Pizarro, y por estética, pues se hizo comprar un coche de medio millón de euros que provocó el escándalo interesado del "aquí se juega"; se produjo después el encontronazo de la lideresa y Gallardón que desembocó en un entrañable "hijo de puta" a micrófono abierto. No se molestaban en fingir las formas, pues Caja Madrid se había convertido ya en la particular bodeguilla económica del PP. Blesa se resistió como Terceiro. A Terceiro lo echó Rato y Rato sustituyó a Blesa. A Rato se lo bajó Rajoy, desprendiéndose bellamente de la última carga sentimental de aquel abanico de candidatos a los que Aznar le paseó el dedo a finales de agosto de 2003. Había llegado a sonar Montoro, que achacó el rumor a enemigos de su partido que querían sacarlo de en medio (en política cuando te clavan un puñal te hacen banquero): "Esto lo están propagando los míos, pero os vais a joder porque voy a seguir aquí toda la legislatura", dijo. No sería la última vez que Montoro diría "joder"; de hecho las partidas de Apalabrados las gana colocando en todas partes solamente "joder".
Para entonces ya se había celebrado en El Escorial una boda irrepetible, acaso la primera de la historia cuya lista de invitados se hizo seleccionando entre los 1.000 más buscados del FBI. Fue el canto del cisne de la megalomanía de Aznar: un derroche de vanidad sin precedentes en el que sólo se echó a faltar Darth Vader. Probablemente también el más flagrante fallo de seguridad nacional que haya tenido España: si en cincuenta de esos platos se hubiesen colocado micrófonos nos hubiésemos ahorrado una fortuna. Todos esos policías, guardias civiles y escoltas que los protegían formando un cordón humano, ¿no pudieron darse la vuelta?
Esta semana el ex presidente salió en televisión con la ejemplaridad por bandera y un cierto vigor masculino en el discurso. Una cosa es que su recuerdo ensombrezca los de Zapatero y Rajoy y otra que nos hayamos vuelto todos tontos. Los vicios de Aznar, más allá de sus entrañables dislates, fueron nefastos, empezando por la intervención pública en lo privado sometida siempre a su baremo de gustos, cariños o acercamientos que a veces dependían de un divorcio. Los famosos silencios de Aznar y su libreta azul no fueron sino símbolos para el PP de su reinado de terror con el capricho personal incorporado. Para verlo ahora como adalid de la rectitud hay que tener los marhuenditos muy altos, casi al borde de la parálisis facial.
Su labor de zapa en la oposición y en el poder la describió así Miguel Blesa: "Es una persona que ha hecho las cosas con poco ruido. Lleva veinte años dando todos los días con un martillo, pero un martillo que no suena". Hoy el martillo suena pero no clava, si bien el único ruido que se escucha es el de la caja registradora, que más parece una sinfonía. Hace bien, qué carajo. Cumplir la responsabilidad con España también es ganarse la vida. Tumbarla por KO, diría yo.
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Fragmentos de algunos comentarios sobre la noticia:............................EN CONSTRUCCION
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