unas tijeras. Si las utilizas para cortarte la lengua, no vuelves a repetir jamas, semejante
jilipoyez. Lo que no se yo, es la cantidad de euros de mis ahorros que han ido a subvencionar,
presuntamente, a quien te paga. Si me borras este comentario, lo colgare en un blog, de mayor
divulgación que este periodicucho. ¡Tu veras!.
Al moderador. Como no has atendido a mi aviso, mi comentario esta en el blog anunciado. Quedate con tu moderacion y yo con mi orgullo de ser independiente.
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FINANZAS
«No hay estafa en las preferentes. Es un producto legal avalado por el Banco de España»
El presidente del la Confederación
de Sindicatos Independientes de Cajas de Ahorros y Afines (CSICA), Luis
José Rodríguez Alfayate, acusa a las comunidades autónomas y al Banco de
España de «dejación de funciones»
Luis José Rodríguez Alfayate, recientemente elegido
presidente del sindicato CSICA (Confederación de Sindicatos
Independientes de Cajas de Ahorros y Afines), que agrupa a cerca de
22.000 afiliados procedentes de las antiguas cajas, reclama que los
políticos asuman «su responsabilidad en el tema de las preferentes».
Afirma en una entrevista a Ical que se está «demonizando» a los
empleados y que entiende «a los preferentistas afectados», si bien
señala que en su venta «no hay estafa». Su prioridad al frente de la
organización sindical, como representante de Banco Ceiss, es «mantener
el empleo».
–Inicia una nueva etapa al
frente de CSICA como presidente del sindicato independiente. ¿Cómo
afronta este reto en un momento tan delicado como éste, en el que se
está perfilando un nuevo mapa financiero?
–Estamos viviendo un momento difícil en el que tendremos
que seguir luchando por proteger los derechos de los empleados del
sector. En CSICA, efectivamente, se abre una etapa nueva pero marcada
también por la defensa de unas ideas que hemos venido gestando durante
mucho tiempo, manteniendo una línea de continuidad en el sindicato con
el objetivo único y exclusivo de trabajar por y para nuestros afiliados y
compañeros. Desde CSICA trabajamos en la mejora de la
profesionalización de nuestros representantes ante las novedades del
sector, con el propósito que den las respuestas rápidas y serias que
requieren los tiempos que corren.
–Empleados de entidades
financieras de todo el país se han movilizado en los últimos meses,
incluso, este mismo mes, en pleno verano. ¿Se avecina un otoño caliente?
–Yo creo que desgraciadamente sí, porque esto no ha
terminado todavía. En aquellas empresas que están sumidas en procesos de
reestructuración, expedientes de regulación de empleo u otras reformas,
no habrá verano. Me temo que el verano será caliente y el otoño
también, porque va para largo.
–¿Teme más por alguna entidad? ¿Hay alguna que corra más riesgo que otra?
–Realmente, la situación es complicada para todas. Hemos
asistido a expedientes de regulación de empleo, fusiones, reformas. En
CatalunyaCaixa, NovaCaixa Galicia o Liberbank hay muchos puntos por
definir y en Banco Ceiss hay que tener en cuenta la incertidumbre de qué
pasará con Unicaja. En definitiva, que todos tenemos que estar
preocupados por todos.
«Acabar con el duopolio de los sindicatos de clase»
–¿Cómo van a ser las
relaciones con UGT y CC OO tras la actuación de Liberbank, en la que
ambos sindicatos llegaron 'en secreto' a un acuerdo con la dirección de
la entidad, dejando al margen a CSICA? Acuerdo, que por cierto, fue
rechazado por el Ministerio de Trabajo.
–A pesar de los encontronazos, creo que todos queremos lo
mejor para todos, pero vamos por caminos diferentes. CSICA quiere acabar
con el duopolio de los sindicatos de clase, siendo conscientes también
de que es el momento de sentarnos a hablar y definir un camino común,
tenemos que dejar las siglas un poco de lado para estar a disposición de
los compañeros y para defender los intereses de los empleados del
sector; es el momento de mostrar esa realidad.
–¿Cómo ve el futuro del sector?
–Incierto. Esperamos, y así lo deseamos, que el panorama
financiero español se cierre en breve. Supongo que quedarán pocas
entidades, así que vamos a estar todos muy concentrados. La banca del
futuro será más tecnológica y con una atención personalizada. En ese
sentido, la formación de los trabajadores será fundamental. Sin embargo,
contradictoriamente, el FROB nos quiere imponer una banca tradicional y
yo creo que no podemos volver a la banca de hace 30 años porque no se
adapta a los tiempo actuales.
–Han pasado meses desde que comenzara el proceso de fusiones. ¿Cuál es la valoración al respecto del presidente de CSICA?
–Todavía es pronto para valorar el proceso en algunas
cajas. Sí que es cierto que en algunas está más adelantado;
desgraciadamente, estamos viendo que los resultados no son los deseados:
no se está manteniendo el empleo y cada vez que se integran nuevas
entidades son los trabajadores los primeros en sufrir las consecuencias.
Pero no se puede dar una opinión completa hasta que el mapa no esté
completamente cerrado. Eso será en un par de años, para el 2015.
Aventurarnos ahora con el resultado es prematuro, pero el camino no está
siendo ni el mejor ni el deseado.
«Por confianza»
–¿Y las preferentes? ¿Cómo
afecta a los trabajadores que tratan a diario, cara a cara, con los
clientes teniendo en cuenta que también, en algunos casos, los propios
empleados se están viendo directamente afectados, así como sus
familiares?
–En primer lugar, hay que aclarar que no hay ninguna estafa
en las preferentes. Es un producto totalmente legal, avalado por el
Banco de España, por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y
aprobado por los consejos de Administración. Los paganos de la
situación están siendo los compañeros que, en su momento, vendieron el
producto porque era bueno y ahora se les está demonizando, diciendo que
han engañado o abusado de la confianza de sus clientes. Y no es así.
Precisamente, por confianza se ofrecía este producto, porque todo el
mundo veía que tenía condiciones ventajosas. ¿Quién iba a pensar que iba
a suceder esto ahora? Lo que está claro es que mis compañeros no tienen
la culpa y ahora mismo son la cabeza de turco de esta situación.
Entiendo a los preferentistas que ahora se ven afectados, pero creo que
se están equivocando al señalar a los culpables. Los preferentistas
están pidiendo ayuda a los políticos, que son los mismos que dieron el
visto bueno a este producto; es decir, los políticos, son los grandes
culpables y deberían asumir su responsabilidad y no mirar para otro lado
ahora. ¿Qué hacían cuando estaban en los consejos de administración?
¿No se enteraban? Ahora están desviando la atención, intentando ganar
una credibilidad que ya tienen perdida y echando a los pies de los
caballos a los trabajadores de entidades financieras. Que los
preferentistas lo tengan claro: los políticos tienen en su mano la
solución, no los empleados; a ellos, a los políticos, es a los que
tienen que reclamar respuestas.
–¿Qué opina de la gestión realizada por los directivos?
–Cuando hablamos de directivos no solo hay que centrarse en
la parte técnica o profesional sino en la política. Los profesionales,
bien es cierto, deberían haber dirigido mejor las entidades y no haberse
dejado manejar por los consejeros de turno. Yo creo que lo que tienen
que hacer las fiscalías es investigar y aplicar justicia si ha habido
delitos de estafa, societarios, etcétera. También tienen su parte de
responsabilidad las comunidades autónomas, que han hecho dejación de
funciones, así como el Banco de España que deberían haber supervisado
estas operaciones. Las miradas se están centrando en los directivos de
las cajas, pero las responsabilidades habría que hacerlas extensivas
también a las comunidades y al Banco de España.
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