Que se habrá pactado aquí, para que el mismo periódico que da la noticia, silencie el nombre de la Entidad Bankiaria o Bancaria. Claro que se dice el pecado pero no el pecador... Lo vamos arreglando...
Si Bankia o la Banca ve los casos demandados perjudiciales para ella, intentará o aceptará el arbitraje. Si no hay demandas, habrá canje. Si amedrentan al colectivo, el colectivo tendrá miedo. El canje que ofrezcan a los miedosos sera vergonzante y los miedosos lo aceptarán. Guste o no guste, yo digo lo que es. Aclaro que no es así porque lo diga yo.
Una vez advertidos todos; Que cada uno actúe en consecuencia. Me gustaría decir cosas mas bonitas, pero es que no son mas bonitas.
Un buen domingo para todos.
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Una familia logra que le devuelvan todo el dinero que habían invertido en participaciones preferentes
Los padres de Raquel han logrado que les reembolsen en su totalidad estos "bonos
B.H.
“Voy con tu padre al banco a ver si tenemos eso que sale en la tele”. La
frase de su madre puso sobre aviso a Raquel, que confirmó su peor
sospecha: habían invertido en participaciones preferentes todos sus ahorros.
“Mi padre ha sido dependiente en un comercio, somos una familia de
cuatro hermanos y mi madre ha tenido que coser y hacernos mucha ropa
para ahorrar hasta el último durito”, relata Raquel, indignada por el
modo en el que de pronto vieron cómo los 55.000 euros atesorados con tanto esfuerzo se trocaban en las famosas “intocables”, acciones que sólo recuperarían si hubiera comprador.
Es una historia que se ha repetido en más de 200 hogares salmantinos y que se seguirá produciendo porque, según los expertos, muchos inversores desconocen el destino de su dinero. “A mis padres les llamaron del banco para que invirtieran en este producto, que les rentaba más que a cuenta corriente”, matiza. Su padre, convencido que adquiría unos bonos con rentabilidad alta y con liquidez como a cuenta, firmó la orden de compra. “Es el único documento que tienen, porque el contrato de adquisición no existe, solo un folleto informativo, cuando hasta para hacerte una tarjeta hay que firmar cientos de papeles”.
La angustia del matrimonio se puso de manifiesto al verse con más de 70 años, desamparados y sintiéndose como tontos. “Tenía el dinero para cuando fuéramos a una residencia, ahora nos la tendréis que pagar y cuando lo recuperemos os lo quedáis”, se vio obligada a decirle a sus hijos la madre de Raquel, hundida por el acontecimiento. A pesar del vértigo inicial de sentir cómo se esfumaba su colchón para la vejez, se trata de un caso que ha tenido final feliz, ya que en agosto la entidad bancaria le devolvió todo el dinero tras presentar una denuncia a través de Ausbanc.
“La clave ha sido la denuncia, mi hermano quiso presentarse en la sucursal, pero con pataletas no se consigue nada. Nosotros no hemos llegado ni al juzgado, se ha resuelto tras la denuncia en la oficina del consumidor del banco”, advierte Raquel. Más calmados sí se dirigieron a la responsable de la venta, a la que reprocharon su falta de ética y de humanidad por vender este producto a personas mayores como sus padres, mientras ella agachaba la cabeza avergonzada. “Critico la falta de ética de los empleados como ella, quieren cazar al cliente a toda costa y si les quieren engañar, por lo menos que sea con la mitad de sus ahorros”.
El padre de Raquel siempre tuvo el convencimiento de que no les quiso timar, “yo lo creo también, porque su aptitud fue la de callar y agachar la cabeza”, matiza la afectada, para cuya familia el proceso ha supuesto un antes y un después. Si sus padres tomaban las decisiones sin recato, ahora arrastran una inseguridad impropia. “A cada movimiento tengo que acompañarles, incluso para abrir una cartilla porque, aunque reticentes, se han cambiado de banco”.
Es una historia que se ha repetido en más de 200 hogares salmantinos y que se seguirá produciendo porque, según los expertos, muchos inversores desconocen el destino de su dinero. “A mis padres les llamaron del banco para que invirtieran en este producto, que les rentaba más que a cuenta corriente”, matiza. Su padre, convencido que adquiría unos bonos con rentabilidad alta y con liquidez como a cuenta, firmó la orden de compra. “Es el único documento que tienen, porque el contrato de adquisición no existe, solo un folleto informativo, cuando hasta para hacerte una tarjeta hay que firmar cientos de papeles”.
La angustia del matrimonio se puso de manifiesto al verse con más de 70 años, desamparados y sintiéndose como tontos. “Tenía el dinero para cuando fuéramos a una residencia, ahora nos la tendréis que pagar y cuando lo recuperemos os lo quedáis”, se vio obligada a decirle a sus hijos la madre de Raquel, hundida por el acontecimiento. A pesar del vértigo inicial de sentir cómo se esfumaba su colchón para la vejez, se trata de un caso que ha tenido final feliz, ya que en agosto la entidad bancaria le devolvió todo el dinero tras presentar una denuncia a través de Ausbanc.
“La clave ha sido la denuncia, mi hermano quiso presentarse en la sucursal, pero con pataletas no se consigue nada. Nosotros no hemos llegado ni al juzgado, se ha resuelto tras la denuncia en la oficina del consumidor del banco”, advierte Raquel. Más calmados sí se dirigieron a la responsable de la venta, a la que reprocharon su falta de ética y de humanidad por vender este producto a personas mayores como sus padres, mientras ella agachaba la cabeza avergonzada. “Critico la falta de ética de los empleados como ella, quieren cazar al cliente a toda costa y si les quieren engañar, por lo menos que sea con la mitad de sus ahorros”.
El padre de Raquel siempre tuvo el convencimiento de que no les quiso timar, “yo lo creo también, porque su aptitud fue la de callar y agachar la cabeza”, matiza la afectada, para cuya familia el proceso ha supuesto un antes y un después. Si sus padres tomaban las decisiones sin recato, ahora arrastran una inseguridad impropia. “A cada movimiento tengo que acompañarles, incluso para abrir una cartilla porque, aunque reticentes, se han cambiado de banco”.
Cada vez se ve más claro que los clientes, lo que piden con insistencia es que si la banca española en sus diferentes versiones, no es capaz de hacer funcionar el sistema financiero con sus grandes profesionales y máster incluidos, hay que hacer un banco propio, no por capricho, sino porque es una necesidad. Solo un banco creado y gestionado por los propios clientes será capaz de dar confianza de que las decisiones que se toman cuentan con el apoyo y van en beneficio de esos clientes. Desde la Asociación de Clientes Financieros ACF)insistimos en la necesidad de que nos organicemos en esta idea, y que al mismo tiempo se lleven a cabo los procesos judiciales tanto de reparación (devolución del dinero a clientes de productos tóxicos como preferentes y obligaciones subordinadas, como otros swaps etc), como de exigencia de responsabilidades.
ResponderEliminar(José Ignacio Martín presidente de ACF Asoc. de Clientes Financieros)
http://asociaciondeclientesfinancieros.blogspot.com.es/2012/09/por-que-una-cooperativa-de-credito.html
Supongo que el no mencionar a la entidad mentirosa, -por no llamarla de la manera que se merecen-, será por algún motivo económico, en el que el banco o caja tenga la sartén por el mango, y el informador esté presionado. Pero tirando la piedra y escondiendo la mano, al menos a mi no me engañan y se de que parte están, no nos olvidemos que los medios de comunicación son empresas que su fin último es ganar dinero, y el romanticismo empresarial es pura falacia.
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