Esperemos verle pronto encarcelado, por tercera vez, pero que lo sea por mas tiempo. Que le encarcelen de una puñetera vez por todo el tiempo que merezca, sin chanchullos organizados desde el grupo de fiscales.
Nuestra razón, desesperación y sufrimiento, lo demandan y, en justicia, lo merecen.
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Blesa minimizó no quiso arriesgar su inversión en las preferentes de Caja Madrid-Bankia y prefirió colocarlas a su red de clientes
Miguel Blesa apenas invirtió en preferentes de Caja Madrid-Bankia. Parece ser que no le convencía su producto estrella. Mientras colocaba 3.000 millones de euros a familias y pequeños ahorradores, Blesa pidió a sus asesores que redujeran su compra particular de preferentes a 150.000 euros.
Así lo revelan los correos intervenidos al ex presidente de Caja Madrid. A pesar de que las preferentes daban un 7% de interés, él prefería invertir en bonos de otras compañías como BBVA o Telefónica, aunque pagaban la mitad de intereses.
Pero, claro, no es de extrañar. Blesa sí que tenía información sobre el producto en sí, sus condiciones y sus características pero los que eran clientes de la entidad, no. A esos había que engañarlos y ofrecerles una información errónea para que contrataran preferentes de forma masiva y cuanto más dinero mejor. A ser posible, el 100% de los ahorros.
Miguel Blesa apenas destinó un 3% de su cartera de inversión a este producto, según desvelan una serie nueva de correos, publicados por el diario El Mundo. En ellos, Blesa muestra dudas a la gestora de su patrimonio personal en Altae, filial de banca privada de Caja Madrid: “Quería preguntarte si vas a querer que compre Participaciones Preferentes de Caja Madrid para tu cartera. Podríamos comprar 250.000 euros. Hablaremos de las preferentes, no estoy muy seguro de querer invertir tanto con esos plazos“.
Él no estaba seguro, pero los empleados de sus oficinas una de las cosas que vendían cuando ofrecían las preferentes era su seguridad. Un producto seguro, sin riesgo, y en el que el dinero no corría peligro y podía estar disponible en 72 horas.
Sin embargo, Miguel Blesa no quiso pillarse los dedos. Él invirtió una cantidad pequeña, 150.000 euros, a pesar de que tenía disponibles más de 5 millones de euros y sin olvidar lo que estaba ganando por esa época al frente de Caja Madrid: 3,5 millones de euros anuales. Como es lógico, Blesa no quiso perder dinero y optó por invertir 250.000 euros en bonos del BBVA y 300.000 euros en Telefónica, a pesar de que pagaban muchos menos intereses. Obtendría menos rentabilidad, pero claro, eso no era una estafa ni un engaño.
El ex presidente de Caja Madrid impulsó la emisión de preferentes entre los clientes a sabiendas de que les estaba engañando y que existían riesgos de que no recuperaran la totalidad de su dinero, pero él se cuidó mucho de arriesgarse con este producto. Y, quizá, quién sabe, es posible que invirtiera sólo con el fin de evitar la mala imagen ante su equipo de no invertir ni un euro, después de sus presiones para que movieran el producto entre los clientes de la caja. Igual sus pensamientos reales eran los de no invertir absolutamente nada.
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