Analizo mis sufrimientos y noto necesidad de desahogarme. ¿Como, si no, encontrar alguna alegria, despues de tanto sometimiento hasta el limite inconcebible?. Pues eso.
Si alguien, imaginariamente, puede hacer en el projimo la justicia deseada..., pues qué quereis que os diga...
En el centro de mi alma, se remueve un conjunto de sensaciones que, como venganza o no, produce placer..., y te queda una duda...¿Es real?..., ¿No lo es?. Una sonrisita entre tanta lágrima, da gustirrinín.
Creo que mi conciencia es mas fortalecida que antes de semejantes reflexiones...
Lo acabo de capturar en el FACEBOOK, aquí os lo dejo:
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