OPERACIÓN PÚNICA
Francisco Granados, a prisión
El juez decreta prisión incondicional sin fianza tanto para Francisco Granados como para el empresario David Marjaliza
El exnúmero dos de Esperanza Aguirre, Francisco Granados, ingresará en prisión, sin posibilidad de eludirla mediante el pago de fianza, por su implicación en la Operación Púnica.
El juez afirma en su auto, después de haberle interrogado durante dos horas y cuarto, que Granados es "titular de algunas de las cuentas de las que las autoridades suizas han informado de que existen sospechas de que se cometió un delito de blanqueo de capitales agravado.
A lo largo de su carrera pública hay indicios de que habría beneficiado a David Marjaliza y otros empresarios (como José Luis Huerta) en materia de contratación pública, tomando parte de una red de tráfico de influencias que ha utilizado también en beneficio propio, habiéndose identificado diversas operaciones inmobiliarias de las que se sospecha pueden haber sido la contraprestación recibida de aquellos empresarios".
El juez Eloy Velasco atribuye a Granados los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales contra la Hacienda Pública, tráfico de influencias, cohecho, malversación, prevaricación y fraude.
El juez también envía a prisión incondicional al conseguidor, David Marjaliza
Según fuentes de su defensa, Granados ha negado que haya tenido negocios con el 'conseguidor' David Marjaliza, o que influyera en adjudicaciones en administraciones a cambio de comisiones.
Según las mismas fuentes, también ha negado que tuviera cuentas en Suiza en las que habría acumulado el botín, a juicio de los investigadores, con lo que rechaza la denuncia de la Confederación Helvética que originó las pesquisas.
Francisco Granados ha explicado que en 2000, un año después de salir elegido alcalde de Valdemoro, traspasa la cuenta a su 'amigo' de la infancia David Marjaliza porque el banco suizo no le dejaba cerrar la cuenta, y éste le reintegra los 320.000 euros que tenía en ese momento.
Después Marjaliza abre otras cuentas en Suiza, dice Granados, y mueve 1.6 millones desde las nuevas a la que fue de Granados. Por ello, según el supuesto cerebro de la trama, salta la alarma entre los investigadores suizos y aparece su nombre en las pesquisas realizadas por el fiscal de Lausana que son remitidas a la Fiscalía Anticorrupción española durante la nochebuena de 2013.
Granados ha contestado a todas las preguntas, según su defensa, al contrario que Marjaliza, quien se ha negado a declarar.
La actuación del 'topo' Rodríguez no acabó ahí porque según el auto del juez, habría "realizado activas gestiones para obtener más información acerca de la investigación a requerimiento de Francisco Granados o su amigo José Luis Caro Vinagre".
El tal Caro Vinagre no es un desconocido para los investigadores, porque fue imputado en 2009 en el caso del espionaje de la Comunidad de Madrid, en el que se habrían usado los recursos de la Consejería de Interior para espiar a otros miembros del Partido Popular.
Supuestamente, Francisco Granados, gracias a los contactos realizados durante su etapa como consejero de Interior en la Comunidad de Madrid, utilizó los servicios de Caro Vinagre y otros agentes para espiar a distintos altos cargos y miembros de la formación conservadora, entre ellos a Ignacio González, durante la época en la que se jugaba la sucesión en la presidencia de la comunidad autónoma.
El juez afirma en su auto, después de haberle interrogado durante dos horas y cuarto, que Granados es "titular de algunas de las cuentas de las que las autoridades suizas han informado de que existen sospechas de que se cometió un delito de blanqueo de capitales agravado.
A lo largo de su carrera pública hay indicios de que habría beneficiado a David Marjaliza y otros empresarios (como José Luis Huerta) en materia de contratación pública, tomando parte de una red de tráfico de influencias que ha utilizado también en beneficio propio, habiéndose identificado diversas operaciones inmobiliarias de las que se sospecha pueden haber sido la contraprestación recibida de aquellos empresarios".
El juez Eloy Velasco atribuye a Granados los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales contra la Hacienda Pública, tráfico de influencias, cohecho, malversación, prevaricación y fraude.
El juez también envía a prisión incondicional al conseguidor, David Marjaliza
- Granados abandona a su "amigo de la infancia", David Marjaliza
Según fuentes de su defensa, Granados ha negado que haya tenido negocios con el 'conseguidor' David Marjaliza, o que influyera en adjudicaciones en administraciones a cambio de comisiones.
Según las mismas fuentes, también ha negado que tuviera cuentas en Suiza en las que habría acumulado el botín, a juicio de los investigadores, con lo que rechaza la denuncia de la Confederación Helvética que originó las pesquisas.
- Granados: "Las cuentas en Suiza, de Marjaliza"
Francisco Granados ha explicado que en 2000, un año después de salir elegido alcalde de Valdemoro, traspasa la cuenta a su 'amigo' de la infancia David Marjaliza porque el banco suizo no le dejaba cerrar la cuenta, y éste le reintegra los 320.000 euros que tenía en ese momento.
Después Marjaliza abre otras cuentas en Suiza, dice Granados, y mueve 1.6 millones desde las nuevas a la que fue de Granados. Por ello, según el supuesto cerebro de la trama, salta la alarma entre los investigadores suizos y aparece su nombre en las pesquisas realizadas por el fiscal de Lausana que son remitidas a la Fiscalía Anticorrupción española durante la nochebuena de 2013.
Granados ha contestado a todas las preguntas, según su defensa, al contrario que Marjaliza, quien se ha negado a declarar.
El topo de la Guardia Civil que dificultó "severamente" la investigación
MIGUEL ÁNGEL CAMPOS
El juez de la Audiencia Nacional ha dejado en libertad aunque
imputado por revelación de secretos al agente de la Guardia Civil, José
Manuel Rodríguez Talamino, a quien responsabiliza de la "filtración" a
Francisco Granados de que la Benemérita había colocado a su 'amigo'
David Marjaliza "un medio de vigilancia de vídeo en las inmediaciones de
su sede empresarial".La actuación del 'topo' Rodríguez no acabó ahí porque según el auto del juez, habría "realizado activas gestiones para obtener más información acerca de la investigación a requerimiento de Francisco Granados o su amigo José Luis Caro Vinagre".
El tal Caro Vinagre no es un desconocido para los investigadores, porque fue imputado en 2009 en el caso del espionaje de la Comunidad de Madrid, en el que se habrían usado los recursos de la Consejería de Interior para espiar a otros miembros del Partido Popular.
Supuestamente, Francisco Granados, gracias a los contactos realizados durante su etapa como consejero de Interior en la Comunidad de Madrid, utilizó los servicios de Caro Vinagre y otros agentes para espiar a distintos altos cargos y miembros de la formación conservadora, entre ellos a Ignacio González, durante la época en la que se jugaba la sucesión en la presidencia de la comunidad autónoma.