miércoles, 5 de marzo de 2014

PREFERENTES BANKIA: ¿LOS INTOCABLES?... ¡NO!. LOS INDESEABLES

Con motivo de mi deseada, esperada y temida sentencia contra la MIL VECES MALDITA BANKIA, de la cual pude saborear sus  mieles al final del ppdo domingo, siento la necesidad de "cantar las cuarenta" a  mas de uno de los muchos responsables de la monstruosa estafa, cometida contra tanto sacrificado ahorrador.

Que en una sentencia, la persona juzgadora condene y por la misma cosa y por los mismos actos otras personas absuelvan, es sencillamente, una aberración, cuando menos. Cuando el "grave error del entendimiento"(1.), acaba demostrando que en la persona juzgadora se da la circunstancia de la absoluta ignorancia, solo puede prevalecer como enorme defecto, que no solamente se ha cometido el daño, sino que hace pensar que se ha perseguido provocarlo.

Para poder juzgar el caso, había suficiente documentación probatoria, pero o no se leyó, o no se entendió.
Cuando ante un Tribunal se demuestra por la propia Entidad demandada que los datos del perfil histórico del demandante, marcaban a éste como autentico conservador...¿Que debemos pensar del juzgador?. ¿Manifiesta incapacidad o se trata quizás de temas de intenciones?...De cualquier forma, se mire como se mire, estas cosas resultan preocupantes. Si era, no es. Y si es, no era. Entretanto...¿Quien me repone a mi, los sufrimientos que semejante sentencia en PRIMERA Instancia, me ha causado?.

La gravedad del tema, que provocan estos INTOCABLES, es absolutamente injusta, sabiendo que los que la cometen son a los que recurrí pidiendo ayuda... Hablo de gravedad porque, si dispongo de medios económicos para recurrir, puedo llegar a ver resuelto el caso. Si no tengo ese dinero, obligado por el mismísimo Ministro de Justicia, debo inmolarme ante la impotencia.

Pregunto, este padecimiento al que se me ha sometido por parte de unos pocos intocables, ¿Debo considerarlo escrache o persecución y ensañamiento?

¡¡Menos mal que he llegado a la AP y he dado con un Tribunal capaz y con voluntad de servicio!!...

Esto no debía ser así, por muy temprano que amanezca. Un tema tan grave como es la desaparición de un damnificado por voluntad humana, no debe esperar resultados del azar.

Muy malo es un ciudadano estafado, pero que a través de la estafa y la consiguiente indefensión partidista se le induzca al suicidio o a la depresión, supongo que es de Juzgado de Guardia. Todo esto teniendo que soportar el desafío y hasta la chula provocación del estafador por la impunidad que le conceden los tribunales. Éste ladrón se ha permitido llegar a la A.N., y declarar ante el Juez, que los jubilados sabían lo que hacían, cuando a sus propios directores generales y de agencias se les permite ser ignorantes, como a una Infanta que todos nos sabemos.

Quien quiera conocer los entresijos, al 100%, de esta sentencia,  está en éste blog con el titulo: SENTENCIA COMPLETA DE ANTONIO BARAHONA.

Por lo demás, felicito al dioriodeleon.es y en especial al autor del artículo en EL MIRADOR, objeto de éste comentario.Lamentando, naturalmente, en lo personal, el consentimiento de la Jefatura del mismo ante el comportamiento personal de los principios aplicados por el moderador de alguna, o todas, las noticias. Un comentario parecido a éste, fue censurado sobre este mismo artículo. Esta conducta, por parte de quien tiene la obligación de defender los intereses del citado diario, no le puede hacer llegar a buena meta.

(1).-aberración.
(Del lat. cient. aberratio, -onis).
1. f. Grave error del entendimiento.
2. f. Acto o conducta depravados, perversos, o que se apartan de lo aceptado como lícito.

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EL MIRADOR

Los intocables



fermín bocos 05/03/2014
L a investigación judicial que indaga posibles responsabilidades penales de los antiguos responsables de Caja Madrid en el caso de las «preferentes» va camino de convertirse en una radiografía de la corrupción. En el otro lado del espejo del país próspero y burbujeante que describía la propaganda oficial cuando José María Aznar primero y José Luis Rodríguez Zapatero después, eran los inquilinos de La Moncloa.
Las víctimas de la presunta estafa son más de ochenta mil ciudadanos. Más de la mitad, mayores de cincuenta años; muchos jubilados. A unos cuantos la indignación los llevó a montar guardia a las puertas de la Audiencia Nacional el día en el que declaraban Miguel Blesa, ex presidente de la caja y Gerardo Díaz-Ferrán, ex consejero y ex presidente de la patronal. Declaración de la que han trascendido algunas perlas que retratan la prepotencia con la que todavía se manejan algunos de estos personajes. «No sé lo que es una preferente. Me enteré de lo que era en el año 2011», declaró el ex consejero.
Blesa fue más en la línea de cinismo de la que ya había dejado constancia ante una comisión de investigación del Congreso cuando dijo aquello de que la gente no sabe lo incómodo que es viajar en un coche blindado que había costado más de cien mil euros. Esta vez la pulla iba dirigida a los «preferentistas», a los confiados ahorradores a los que les colaron el avieso producto financiero que les ha despojado de toda esperanza de recuperar sus ahorros. Según Blesa, no hubo engaño porque no se puede considerar a un jubilado como un ignorante en materia financiera. Les vendieron como depósito a plazo fijo y por lo tanto, recuperable a voluntad, lo que en la práctica no lo era. El juez dirá, pero tiene toda la pinta de ser una estafa. Llegados a este punto cabe preguntarse por el origen de tanta arrogancia por cuenta de quienes, en este caso, llevaron a la caja a la quiebra —Bankia es una de las entidades rescatas con fondos europeos—.
Solo encuentro una explicación: la pretensión de ser titulares de una suerte de estatus de impunidad y discrecionalidad en el manejo de las cajas. Eso explica el porqué de la quiebra de la mayor parte de estas entidades. La clave es el armazón de intereses cruzados entre las grandes corporaciones y el poder político. Los favores a los amigos. La puerta giratoria que iba de la política a las cajas: Rodrigo Rato, Narçís Serra, Hernández Moltó, etcétera. La amistad con José María Aznar le abrió a Blesa la puerta de la presidencia de Caja Madrid y la de Bono le dio a Hernández Moltó la llave de Caja Castilla La Mancha. La clave, ya digo, es la pretensión de impunidad. Se creían intocables.


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