Su correligionaria Cospedal decía, hace solamente unas horas, en LA SEXTA, que a este tipo de fulanos - lo de fulano lo digo yo-, el PP los expulsaba de su partido, pero eso no basta. Hay que entregarlos a los jueces, esposados, con sus expedientes completos y con los ordenadores conteniendo los discos duros..., HABIENDO SIDO EXPROPIADOS DE SUS PATRIMONIOS, los importes robados al pueblo con sus echarías. Cuando hayan devueltos los importes de sus apropiaciones indebidas, deberán comenzar a ser juzgado por los hechos cometidos. La devolución no debe ser "asunto arreglado", sino comienzo del expediente sancionador.
Mientras no veamos realizarse ese hecho, el cachondeo contra las buenas maneras y las golfas intenciones, ontinuará. La indignidad aplicada desde Génova contra los españoles, se proyecta en el ambiente como continuación de lo mismo. Rajoy ya ha anunciado que piensa continuar, dado lo perfecto de su política. ¡P'a mear y no echar gota!
Así pues, debemos continuar presenciando el desenfrenado crecimiento de PODEMOS, aunque desde Cospedal a Floriano con el aplauso de Mariano, se encargarán de aplicar el NO PODREIS.
¡¡¡Por favor, abogados, fiscales, jueces, ministros LÍBRENNOS de éste repelente e indignante personaje, estamos en el límite del aguante!!!...
¿O es que todos van "a pachas" con él?.
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Domingo, 7 de diciembre de 2014
Rato, Olivas y 21 consejeros de Bankia cobraron 4,3 millones de euros ilegales
Percibieron sueldos y dietas, algo prohibido por la normativa de cajas y el Banco de España.
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Algunos
consejeros y altos cargos de Bankia y su matriz, BFA, ordeñaron en
demasía la vaca de las cuentas del banco. Así lo constatan los peritos
del Banco de España en su informe —entregado el jueves pasado al juez de
la Audiencia Nacional Fernando Andreu—, y no se refieren esta vez ni a
créditos multimillonarios concedidos por la entidad en extrañas
circunstancias y soportando riesgos excesivos, ni tampoco a las
polémicas tarjetas B (‘Black’) con las que se dilapidaron, al menos,
15,5 millones de euros en una decena de años (2003-2012).
El motivo de su denuncia es ahora que los dos máximos responsables del grupo bancario, uno de sus principales colaboradores y otros 17 consejeros se saltaron la ley, y no precisamente en una sola ocasión, para cobrar 4,32 millones de euros de más. Lo hicieron compatibilizando distintos tipos de remuneraciones a las que no tenian derecho a la vez precisamente por razón de su cargo dado que, por ejemplo, la Ley 4/2003 de Cajas de Ahorros de Ahorros aprobada por la Comunidad de Madrid y modificada en 2011, prohibe que dichos altos cargos que ya perciben un sueldo puedan beneficiarse asimismo de dietas.
Es el caso, por ejemplo, de quien presidiera Bankia entre finales de 2010 y mayo de 2012, Rodrigo Rato, que engordó sus emolumentos de 2011 hasta los 2,43 millones de euros sumando todos los conceptos. Así, por su labor al frente del banco obtuvo 1,58 millones, incluyendo 763.000 euros de sueldo anual, otros 262.000 euros en dietas, 26.000 euros por asistir a consejos de empresas participadas por la entidad e incluso 41.000 más en comisiones cuyo origen no se precisa, además de otros 489.000 euros para añadir a su pensión.
El problema, si no fuera por lo ya abultado de estas cifras en una entidad que terminó ese año con unas perdidas reales de 4.570 millones de euros -frente a los 309 millones de beneficio que declararía inicialmente el expolítico metido a financiero-, es que también cobró algo parecido de la matriz del banco.
Como corresponsable del llamado Banco Financiero y de Ahorros (BFA), percibió otro 855.000 euros: 753.000 como salario, 50.000 por dietas, 29.000 de comisiones y otros 33.000 más para hacer hucha de cara a la jubilación.
Unas remuneraciones que eran claramente «incompatibles» con las otras, recalcan en su dictamen los peritos judiciales, pero no sólo porque lo señalara así la citada normativa regional sino también porque tanto decretos ley posteriores del Gobierno como varias circulares del Banco de España instaban a que los administradores y directivos de entidades que hubieran recibido apoyo público —Bankia ya había obtenido 4.465 millones en ayudas a finales de 2010— «no percibieran remuneración variable» salvo que se justificara «adecuadamente» a criterio del instituto emisor, cosa que aquí no ocurrió.
A tenor de los datos apuntados en el dictamen pericial, también José Luis Olivas, expresidente de Bancaja y luego presidente del BFA, hizo caso omiso tanto de normas como de consignas de instancias superiores. Cobró 1,76 millones ese mismo ejercicio, desglosados en 591.000 euros de la matriz del banco y otros 1,17 millones procedentes de la propia Bankia. Otros 21 consejeros de Caja Madrid en esa época consiguieron el mismo privilegio.
El motivo de su denuncia es ahora que los dos máximos responsables del grupo bancario, uno de sus principales colaboradores y otros 17 consejeros se saltaron la ley, y no precisamente en una sola ocasión, para cobrar 4,32 millones de euros de más. Lo hicieron compatibilizando distintos tipos de remuneraciones a las que no tenian derecho a la vez precisamente por razón de su cargo dado que, por ejemplo, la Ley 4/2003 de Cajas de Ahorros de Ahorros aprobada por la Comunidad de Madrid y modificada en 2011, prohibe que dichos altos cargos que ya perciben un sueldo puedan beneficiarse asimismo de dietas.
Es el caso, por ejemplo, de quien presidiera Bankia entre finales de 2010 y mayo de 2012, Rodrigo Rato, que engordó sus emolumentos de 2011 hasta los 2,43 millones de euros sumando todos los conceptos. Así, por su labor al frente del banco obtuvo 1,58 millones, incluyendo 763.000 euros de sueldo anual, otros 262.000 euros en dietas, 26.000 euros por asistir a consejos de empresas participadas por la entidad e incluso 41.000 más en comisiones cuyo origen no se precisa, además de otros 489.000 euros para añadir a su pensión.
El problema, si no fuera por lo ya abultado de estas cifras en una entidad que terminó ese año con unas perdidas reales de 4.570 millones de euros -frente a los 309 millones de beneficio que declararía inicialmente el expolítico metido a financiero-, es que también cobró algo parecido de la matriz del banco.
Como corresponsable del llamado Banco Financiero y de Ahorros (BFA), percibió otro 855.000 euros: 753.000 como salario, 50.000 por dietas, 29.000 de comisiones y otros 33.000 más para hacer hucha de cara a la jubilación.
Unas remuneraciones que eran claramente «incompatibles» con las otras, recalcan en su dictamen los peritos judiciales, pero no sólo porque lo señalara así la citada normativa regional sino también porque tanto decretos ley posteriores del Gobierno como varias circulares del Banco de España instaban a que los administradores y directivos de entidades que hubieran recibido apoyo público —Bankia ya había obtenido 4.465 millones en ayudas a finales de 2010— «no percibieran remuneración variable» salvo que se justificara «adecuadamente» a criterio del instituto emisor, cosa que aquí no ocurrió.
A tenor de los datos apuntados en el dictamen pericial, también José Luis Olivas, expresidente de Bancaja y luego presidente del BFA, hizo caso omiso tanto de normas como de consignas de instancias superiores. Cobró 1,76 millones ese mismo ejercicio, desglosados en 591.000 euros de la matriz del banco y otros 1,17 millones procedentes de la propia Bankia. Otros 21 consejeros de Caja Madrid en esa época consiguieron el mismo privilegio.
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