sábado, 7 de diciembre de 2013

PREFERENTES BANKIA: DE NUEVO EL LUCHADOR Manuel I. Cabezas González

                                           Para quien quiera aprender, y disfrutar de la lectura.

LA LECTURA DEL PRESENTE COMENTARIO, EN EL BLOG "HONESTIDAD RADILCAL",  ME HA LLEVADO A HACER ALGUNAS CONSIDERACIONES.

Hace tiempo que sufro soportando a los "todólogos", que cita el Prof. Cabezas. Yo, que mataba mi hambre, entre otras cosas y, a traves de mi "adaptacion al medio", sabiéndomelas buscar, puedo hablar con absoluta autoridad sobre los "espárragos trigueros" y los todólogos confeccionadores de menús, en los medios, sobre todo transmitiendo imagen, por lo tanto, televisivos. De esparragos y esparragueras, como de sus variedades,entiendo un poco, hasta conocer el mimetismo de esa planta, con el medio en el que enraiza.
Ojala entendiera lo mismo de "saber una lengua".

 Pondre algunos iejemplos: Si nace junto a una junquera, su color es verde, si nace entre un sembrado de trigo, también (escribo de los "trigueros", no de los de huerta o jardín como siempre se han llamado). Los blancos para conserva, son otra cosa. Pero si nace sobre una zona quemada, donde ardió una junquera, el color sera obscuro, negruzco. Hay mas, si nace en una ladera con orientacion este-oeste en la que castigue el viento, crecerán tumbandose sobre la ladera. Si nace entre frondosa hierba, tomara el color verde-blanquecino.

Otro asunto que  me tiene indignado, es la bobería que se puede llegar a instaurar en una sociedad a traves de campañas consumistas: El lomo y el jamon de bellota (Parece que no de cerdo, solo se dice "de bellota"), ¡que precio alcanzan!... Decir que el cerdo come caracoles, higos e insectos en la dehesa extremeña, o que el cerdo es un sibarita y que busca su fiesta de sabores, es mentir sobre los cerdos y tomar por imbeciles a los cosumidores, mas en los secarrales extremeños. Jamas he visto caracoles donde no abunda la humedad.

La humanidad ha llegado a ser humana con muchos jamones de cebo y pocos de bellota. Decir que el equilibrio adecuado de grasa en el jamon, lo da la bellota, es mentir sobre el periodo anual del engorde, bajo cobijo, no sueltos en la dehesa. Desde que el ser humano, es humano, así ha sido.. De toda la vida ha sido un limpiador de residuos familiares sin adiestramiento para comer higos y caracoles. No sere yo el que luche contra la prepotencia economica de poder comprar un kilo de jamon de bellota por 80€, o mas. Hay jamones de hembra de 7-8 kilos por 40-45€ en varios comercios españoles. Solo hay que saber la raza de la hembra y la dieta a la que la forzaron. Esos son los dos determinantes de un jamon de calidad, ademas de su curación. La diferencia de calidad del jamon o del lomo, no lo da el precio de ninguna manera.

Como persona de pueblo, tambien entiendo algo de vinos, porque tuve que aprender a "plantar sarmientos" a podar, descaballar y vendimar. Despues venia la "pisa de la uva", echarlo a la tinaja y despues de mecerla durante veintiun dias, correr el vino. Eso era la norma en casa de  mi abuelo. Él, mi maestro, decia que el vino de uva, siempre era vino; Que el jamon, nunca era de oveja y que el aceite en enero se helaba, si era de aceituna.

Ahora el esparrago de huerta, verde, se le llama triguero, para engañar.
El jamon bueno se dice que es de bellota.
Al aceite de oliva se le llama oro liquido, y,
a los consumidores para que suelten la pasta, se les llama entendidos.
No conozco ningun paladar capaz de detectar jamon de 80€
o un vino de 1.000€, ni aceite de 180€ los 3/4 de litro.

Y es que hay demasiados "todólogos" de, las lenguas, los mercados, las mercaderias y manipuladores de cerebros descerebrados. Cuando estos indivíduos aterrizan en el campo de lo político  y/o lo económico,
es cuando se les ve la cantidad de mediocridad que atesoran.

Hay que tener en cuenta que, un mediocre esta reñido con los inteligentes. Tenemos un ejemplo con la interpretación dada por "La Cospe y el PP" a la sentencia del tribunal, al que acudió pensando que todo el campo era orégano, y que Su Señoría estaría a su entera disposición. Esto, es natural, que ocurra cuando, la persona se emborracha de adulación y de pseudopoder, hasta que todos los dedos se le vuelven huespedes.

La cosa puede empeorar, si entra en juego un mediocre, que ademas, es imbecil. ¿O no hace falta un individuo así para pregonar Democracia y al mismo tiempo, no permitir el acceso a cargo, si no se es de la misma ideologia?. Pues ya hemos visto lo que ha intepretado el Montorito..., "La cúpula de la Inspeccion de la Agencia Tributaria estaba llena de socialistas"...  Despues aparece el Gallardón y nos descubre que "Montoro, sus decisiones de renovación (de varios altos cargos de la Agencia Tributaria) son las acertadas».
Se ven, se sienten, perfectos a pesar de saber que han conseguido hacer de nuestro país un desierto de valores humanos. 

O sea, estos, como sus correligionarios, se creen poseedores de una vision celestial, que, estando en el cielo, como Dios, están todos por enciama de Él. Sobradas pruebas, hay de ello en las hemerotecas.

Como comprobamos, los "todólogos" del Prof. Cabezas, son claramente empeorados. Los mediocres son irrecuperables, peores que los ignorantes. Éstos en cualquier momento pueden comenzar el aprendizaje. Los mediocres, lo son porque no han sido capaces de desarrollarse mas.

Pido perdon a mi amigo Manuel I., por haber desviado un poco el tema, pero los "todólogos" son el peligro numero uno para todos los españoles. Ahí está el caso del varón Wert. Claro que lo mas gordo se escuchó cuando el ministro de justicia abrió su boca para decir  ante el Consejo de Justicia de la UE ""Creo que la Agencia Tributaria española funciona a niveles superiores al resto de agencias de la Unión Europea (UE).

Gallardón hizo estas declaraciones a su llegada al Consejo de Justicia de la UE. Estos mentirosos no se conforman con mentirnos hasta lo increible a los españoles. Siguen, y siguen, y siguen tratando de tomar el pelo al mundo entero...

Espero que, lo que voy a escribir, no siente mal a nadie, ni nadie piense mal de mi..., pero...Si el PP con sus mentiras no me quiere solucionar un grave problema que me pesa en el cuerpo y la conciencia propia, perpetrado por miembros significados del partido, ¿Debo intentar solucionarlo, a todos los niveles, y, ante todos los estamentos terrenales y divinos, o no?.

Pues por eso, ruego al cielo, que a todos los mentirosos que nos hunden en la miseria, y nos dan la peor calidad de vida, que un pueblo puede recibir de sus semejantes gobernantes, les aparezca a todos ellos, CANCER EN LA LENGUA.

SERIA LA JUSTICIA MERECIDA, ENVIADA DESDE EL MAS ALLÁ.

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viernes, 6 de diciembre de 2013

¿EN QUÉ CONSISTE SABER UNA LENGUA?


 

· En otro lugar, nos hemos ocupado ya de describir cómo se aprenden las lenguas. Hoy, nos proponemos responder a otras preguntas complementarias: ¿En qué consiste saber una o varias lengua(s)? ¿Qué grado de competencia hay que alcanzar en cada una de ellas, para poder afirmar que son dominadas y se conocen? En las respuestas dadas a estas preguntas, reina una gran confusión y un enorme desvarío. En efecto, en Cataluña, cuando de comprensión-expresión oral y escrita se trata, los miembros de la casta política, los “todólogos” o “tolosas” (esos que disertan sobre todo, sin saber de nada) e incluso una buena parte de los profesionales de la enseñanza hablan o escriben, como dicen en Almagarinos (pueblo del Bierzo Alto), al sabor de la boca, i.e. sin ton ni son y sin conocimiento de causa. Por eso, acudamos a la sociolingüística  y a la lingüística, para tener una respuesta fundamentada, razonada, motivada, objetiva y sistémica.



· El sociolingüista Basil Berstein, progenitor de la teoría de los dos códigos”, distingue dos grados diferentes en el dominio de una lengua. Por un lado, está el “código restringido”: la lengua de las clases trabajadoras —desfavorecidas económica, social y culturalmente— que permite la comunicación coloquial, en situaciones no formales, y que conduce, más frecuentemente, al fracaso escolar. Y, por el otro, el “código elaborado”: la lengua utilizada por las clases medias, favorecidas desde el punto de vista económico, social y cultural; la lengua de las situaciones formales de comunicación; la lengua vehicular en la escuela y que conduce, normalmente o más frecuentemente, al éxito escolar.



· Según B. Berstein, para desenvolverse con eficacia, en cualquier situación de comunicación, oral o escrita, y para fundamentar el éxito escolar, profesional y social, no es suficiente con el “código restringido” (la lengua coloquial y cotidiana). Por eso, la adquisición del “código elaborado” es, al mismo tiempo, el objetivo que se debe conseguir en la escuela y, al mismo tiempo, el instrumento para alcanzarlo. Esta última aseveración conclusiva pone en entredicho la marginación de la que es objeto el español como lengua vehicular en la escuela catalana.


· Ahora bien, ¿en qué consiste el “código elaborado”? ¿Qué permite hacer este código? Aquí reina también una gran confusión, un desconocimiento, una ignorancia y una desinformación generalizados. En efecto, la casta política y sindical, los “todólogos”, gran parte de los profesores y el ciudadano de a pie suelen confundir la “competencia lingüística” (Noam Chomsky) con la “competencia comunicativa” (Dell H. Hymes).



· Según el padre de la gramática generativa y transformacional (GGT), la “competencia lingüística” es la capacidad de un locutor para producir y comprender un número infinito de frases. Y con su teoría gramatical, Chomsky ha pretendido precisamente describir esta competencia. Ahora bien, dominar el “código elaborado” o poseer una “competencia comunicativa” es mucho, mucho,… muchísimo más que esa capacidad de construir frases o de no hacer faltas de ortografía, como piensan muchos indocumentados.



· El “código elaborado” de Berstein puede ser asimilado a la “competencia comunicativa” de Hymes. En base a estas dos nociones y tanto para uno como para el otro, un locutor domina una lengua cuando es capaz de producir y comprender un número infinito de textos, en situaciones de comunicación diversificadas; es decir, si es capaz de dominar las habilidades (skills) para comunicar oralmente (comprender y expresarse) y por escrito (leer y redactar). Ahora bien, para ser capaz de hacer esto, no es suficiente la “competencia lingüística” (capacidad de construir y descodificar frases). Es necesario poseer, además, una “competencia textual o discursiva”, que nos permita construir y descodificar textos.



· En efecto, basta con que pensemos en nuestros comportamientos lingüísticos para verificar que, normalmente, producimos o descodificamos textos (conjuntos estructurados o series coherentes  de frases). Sin embarg0, esta  capacidad, tanto en catalán como en español, de producir textos estructurados y coherentes, y de descodificarlos, no suele ser objeto, en general, de enseñanza-aprendizaje en el sistema educativo de Cataluña. Por eso, es lógico que, generalmente, no la dominen los jóvenes que llegan a la universidad, como lo constatamos aquellos que trabajamos en la enseñanza superior; y, en muchos casos, me atrevo a decir que tampoco la dominan cuando terminan los estudios universitarios.



· Además, la “competencia comunicativa” en una lengua es mucho más que utilizar un sistema lingüístico para producir y descodificar textos. A esta competencia hay que añadir lo que Umberto Eco llama la “competencia enciclopédica” o lo que, en didactología de las lenguas y de las culturas, los didactólogos denominamos “competencia cultural”: la adquisición de la cultura —en sentido amplio: costumbres, historia, cine, teatro, literatura, política, economía, música, gastronomía, arte, etc. — del pueblo cuya lengua se aprende. Sólo así, a los auténticos locutores bilingües o multilingües no se les podrá aplicar lo que dice J.L. Borges, en El Aleph, del anticuario londinense, Joseph Cartaphilus, que “se manejaba con fluidez e ignorancia en diversas lenguas”.



· Las constataciones empíricas y lo que dicen las ciencias (lingüística, sociolingüística y didactología) están a mil años luz de lo que pontifican, sin fundamento y sin ruborizarse, esos charlatanes de mercadillo de la casta política y los “todólogos” de servicio catalanes. Todos estos legos, cegados por la fe nacionalista y alejados de las preocupaciones pedagógicas, se dedican a propalar y a repetir —como un mantra y sin venir a cuento—un rosario de mentiras sobre las bondades de la “inmersión precoz y total y sobre los peligros que traería consigo el equiparar el catalán y el español como lenguas vehiculares de la enseñanza en Cataluña. Y la casa, sin barrer: los jóvenes catalanes no llegan, en general, a adquirir la “competencia comunicativa” o el “código elaborado”, tanto en catalán como en español. Y los informes PISA o de la OCDE están ahí para recordarnos que permanecen instalados en la mediocridad.



· En efecto, poniéndose los principios psicopedagógicos por montera, todos estos ignaros consideran un ataque y una agresión que el español tenga, con el catalán, el estatus de lengua vehicular en el sistema educativo de Cataluña. Además, entrando en contradicción con la realidad, repiten hasta la saciedad que el español no está marginado en el sistema educativo catalán. Y vuelven a mentir cuando aseveran que el modelo de escuela catalana contribuye a la cohesión social y garantiza que los alumnos conozcan bien las dos lenguas. ¡Craso error!



· Lo dicho sobre la casta política y los “todólogos” podría decirse también de los profesionales de la enseñanza (profesores de todos los niveles educativos), que han dado y dan muestra de una ignorancia supina sobre lo que es dominar una lengua y sobre lo que hay que enseñar-aprender para conseguirlo. Y esto se ve, cada año, cuando nuevas hornadas de jóvenes llegan a la universidad, cada vez “más incapacitados para la expresión y el raciocinio” (Víctor García de la Concha dixit, hablando de los nuevos universitarios españoles). En general, ni saben leer, ni saben redactar, ni saben reflexionar, ni tienen “une tête bien pleine ni bien faite”, como hubiera dicho Michel de Montaigne. Es decir, no dominan los conocimientos instrumentales básicos e imprescindibles (i.e. la competencia comunicativa) para sacar provecho de los estudios universitarios y ser, en el futuro, hombres y mujeres, como diría Karlos Arguiñano, “con fundamento”.

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