Hubo sed y teníamos agua. Hubo apetito y tuvímos comida y al final hubo cansancio y tuvímos donde descansar. Lo mejor de todo es que acabamos "casi rotos" de tanto disfrutar.
La razón de la excursión, fue la recolección de cardillos(tagarninas) y encontramos hasta hartarnos. El tiempo se portó espléndidamente.
Una jornada fenomenal de recargarmiento de pilas.
Dejo unas fotos, como recuerdo. Si alguien mas se anima, podemos repetir...
Cada cardillo, para hacer un cocido
Parecía que cada uno superaba al anterior
Mesi, libando miel pura, de mielera. Como vulgar abeja.
Los había de mas de 30 centímetros
Con este sobra para hacer una buena tortilla.
Como el sol picaba, había que protegerse, y las damas así lo hicieron.
Despidiendo la jornada...
Y de regreso a casa.
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