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"España es corrupción, soborno y pagos de favores" según 'The New York Times'
Pinilla se ha convertido en uno más de la numerosa masa de funcionarios políticos en España que se enfrentan a cargos de corrupción
Un demoledor artículo en la portada del New York Times de este domingo y poniendo como ejemplo los desmanes de la localidad de La Muela y su alcaldesa María Victoria Pinilla, cuenta como la corrupción, los abusos de poder, los pagos de favores, dineros en negro y los sobornos se habían asentado en la clase política española durante los últimos años. La prensa los ha sacado a la luz provocando la vergüenza de la clase política y un resentimiento generalizado de sus ciudadanos para con sus gobernantes.
Cuando discurrían los buenos y prósperos tiempos, el entonces alcalde de La Muela en el norte de España, estaba muy ocupado construyendo el museo del aceite de oliva, el museo del viento y el museo de la vida. Si
eso no fuera suficiente, también construyó una nueva plaza de toros y
un centro deportivos sin olvidar un gran zoo parque con aves exóticas.
María Victoria Pinilla era la regidora municipal en aquel entonces, y a la prosperidad del ayuntamiento se sumaba la suya propia. Tres viviendas señoriales pasaron a formar parte de su patrimonio personal, un apartamento en Madrid, una casa en la playa y una casa de vacaciones en la República Dominicana cerca de la de Julio Iglesias.
Al día de hoy el panorama es muy diferente. La valla exterior de la vivienda de la familia de la ex alcalde está deteriorándose, una vivienda a medio construir yace abandonada a las afueras del pueblo. El mes pasado, Pinilla de 57 años se convirtió en uno más de la cada vez más numerosa masa de funcionarios políticos en España que se enfrentan a cargos de corrupción.
Los investigadores calculan que ella y varios miembros de su familia acumularon 24 millones de dólares en su mayoría de la recalificación de tierras durante los años de auge inmobiliario en España.
Durante la investigación policial encontraron dinero en efectivo en su vivienda por valor de 485 mil dólares. Los agentes tuvieron que pedir una máquina de recuento de dinero al banco local para poder contar la totalidad de los billetes.
Durante décadas, la corrupción se aceptaba en el sur de Europa como un elemento más de la cotidianeidad, cuenta el artículo, una forma de distribuir las prebendas entre unos pocos que ostentaban el poder. La crisis económica estancó proyectos, terminó con el flujo de efectivo y levantó el velo sobre los funcionarios corruptos, sobornos, pagos en negro, favores secretos y otras fechorías en una escala que pocos imaginaban.
España, Italia, Grecia y Portugal están imponiendo planes de austeridad a sus ciudadanos para reducir el déficit, y estas revelaciones de la corrupción política generalizada no hacen sino avivar un amargo resentimiento desestabilizando gobiernos y minando la credibilidad de la clase política en su conjunto.
La corrupción no causó la crisis de la zona euro. Pero los problemas económicos persistirán, según cuentan los expertos en la región, hasta que estos países rehagan sus sociedades, las modernicen con economías más eficientes y competitivas.
Según Miklos Marschall: "Este es el principal desafío, porque la clase política no tiene conciencia de la honestidad en el sur de Europa. Las instituciones públicas tienen que ser reconstruidas, poco a poco, para que el gobierno pueda ser un actos creíble" añade el director adjunto de Transparencia Internacional.
España no es en absoluto, el país más corrupto de Europa. Grecia e Italia se consideran más corruptos, pero la gran cantidad de casos de corrupción de políticos españoles está resultando profundamente embarazosa.
Los jueces están investigando a casi 1000 funcionarios que van desde alcaldes de pequeños pueblos a ex ministros del gobierno. Incluso el conservador primer ministro español Mariano Rajoy, aparece en una lista de miembros de su partido que habría cobrado sobres en dinero negro de una presunta financiación irregular de su partido.
Tampoco se libra la familia real. El yerno del Rey Don Juan Carlos ha sido citado y está imputado en un caso de corrupción que se inició con una investigación a funcionarios y políticos de las Islas Baleares.
María Victoria Pinilla era la regidora municipal en aquel entonces, y a la prosperidad del ayuntamiento se sumaba la suya propia. Tres viviendas señoriales pasaron a formar parte de su patrimonio personal, un apartamento en Madrid, una casa en la playa y una casa de vacaciones en la República Dominicana cerca de la de Julio Iglesias.
Al día de hoy el panorama es muy diferente. La valla exterior de la vivienda de la familia de la ex alcalde está deteriorándose, una vivienda a medio construir yace abandonada a las afueras del pueblo. El mes pasado, Pinilla de 57 años se convirtió en uno más de la cada vez más numerosa masa de funcionarios políticos en España que se enfrentan a cargos de corrupción.
Los investigadores calculan que ella y varios miembros de su familia acumularon 24 millones de dólares en su mayoría de la recalificación de tierras durante los años de auge inmobiliario en España.
Durante la investigación policial encontraron dinero en efectivo en su vivienda por valor de 485 mil dólares. Los agentes tuvieron que pedir una máquina de recuento de dinero al banco local para poder contar la totalidad de los billetes.
Durante décadas, la corrupción se aceptaba en el sur de Europa como un elemento más de la cotidianeidad, cuenta el artículo, una forma de distribuir las prebendas entre unos pocos que ostentaban el poder. La crisis económica estancó proyectos, terminó con el flujo de efectivo y levantó el velo sobre los funcionarios corruptos, sobornos, pagos en negro, favores secretos y otras fechorías en una escala que pocos imaginaban.
España, Italia, Grecia y Portugal están imponiendo planes de austeridad a sus ciudadanos para reducir el déficit, y estas revelaciones de la corrupción política generalizada no hacen sino avivar un amargo resentimiento desestabilizando gobiernos y minando la credibilidad de la clase política en su conjunto.
La corrupción no causó la crisis de la zona euro. Pero los problemas económicos persistirán, según cuentan los expertos en la región, hasta que estos países rehagan sus sociedades, las modernicen con economías más eficientes y competitivas.
Según Miklos Marschall: "Este es el principal desafío, porque la clase política no tiene conciencia de la honestidad en el sur de Europa. Las instituciones públicas tienen que ser reconstruidas, poco a poco, para que el gobierno pueda ser un actos creíble" añade el director adjunto de Transparencia Internacional.
España no es en absoluto, el país más corrupto de Europa. Grecia e Italia se consideran más corruptos, pero la gran cantidad de casos de corrupción de políticos españoles está resultando profundamente embarazosa.
Los jueces están investigando a casi 1000 funcionarios que van desde alcaldes de pequeños pueblos a ex ministros del gobierno. Incluso el conservador primer ministro español Mariano Rajoy, aparece en una lista de miembros de su partido que habría cobrado sobres en dinero negro de una presunta financiación irregular de su partido.
Tampoco se libra la familia real. El yerno del Rey Don Juan Carlos ha sido citado y está imputado en un caso de corrupción que se inició con una investigación a funcionarios y políticos de las Islas Baleares.
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