Si esta ESTAFA se entregara a este Cuerpo de la Seguridad del Estado, no se cachondearían de nosotros, los corruptos banqueros que nos han estafado y se niegan a reconocer su actos, y, su responsabilida en lo que han hecho.
¡Ah, el nombre de la entidad es Cajasol, hoy Banca Cívica, y La Caixa.!
¿Por que se silencia su nombre? ¡¡Que alguien obligue a hablar a quienes, con tanto cinismo, colaboran en la ocultacion de los hechos!!
Yo quiero saber en que banco estafan y en cual no.
La Guardia Civil consigue que un banco devuelva una inversión en preferentes
Eran 240.000 euros de 11 vecinos de Trebujena y Alcalá, "en su mayoría, de avanzada edad y poco conocimiento financiero" "Hubo quien firmó con la marca del dedo", según la Benemérita
Manuel Moure trebujena | Actualizado 25.05.2013 - 05:01
Once vecinos de Trebujena han conseguido que una entidad bancaria les devuelva el dinero que invirtieron en preferentes, algo en lo que muchos de ellos aseguran que "no" habían invertido, creían que estaban con plazos fijos o en variantes de los mismos. Pusieron el caso en manos de abogados y no funcionó. Protestaron en la sucursal bancaria solicitando su dinero y tampoco surtió efecto. Una denuncia ante el Defensor del Pueblo Andaluz y sobre todo ante la Fiscalía sí que reportaron el resultado deseado, después de que de la Guardia Civil se hiciera cargo del caso, abriera diligencias penales y, como se dice a pie de calle, comenzara a pedir papeles. La labor ha permitido que a día de hoy se les haya reintegrado el dinero a 11 vecinos. Entre seis de ellos acumulan un reintegro de 240.000 euros.
Los afectados narraban ayer "el largo sufrimiento" que han soportado en los últimos dieciséis meses. Lo hacían en la calle, a escasos metros de la sucursal que, pacíficamente, 'asaltaron' unos cien clientes solicitando explicaciones a un director, Antonio, en el que todos confiaban... hasta entonces.
El banco les ofreció cambiar de preferentes a obligaciones pero 11 de ellos pidieron el dinero. Seis de los mismos pidieron ayuda a la Fiscalía Provincial.
Un caso especialmente curioso es el de Macarena Ríos, licenciada en Dirección de Empresas, estudiante de Derecho y turronera por profesión y tradición. Su hija, de 17 años, recibe una pensión de orfandad después de que su padre falleciera. Ronda ahora los 190 euros mensuales. "Desde hace siete años fui ingresando ese dinero en un plazo fijo después de decirle al director de la sucursal que lo que no quería eran riesgos. Me dijo entonces que el plazo fijo vencía en febrero y en agosto y que si no lo quería renovar que me pasara por allí. Si quería seguir adelante, que no fuera, que él mismo lo haría automáticamente".
Todo fue bien hasta que un dentista prescribió un aparato odontológico a su hija en una visita. "Un gasto extra entre 3.000 y 4.000 euros de esos que nadie espera", reconoce Macarena Ríos. Acto seguido fue al banco y pidió retirar parte del dinero. Y le dijeron que no. "Sin explicaciones ni nada. Es entonces cuando me entero de que son preferentes". Corría por entonces enero de 2012. En total, hasta entonces había logrado ingresar en la cuenta 16.000 euros.
El segundo caso al que ha tenido acceso este Diario es el de Toñi Galafate, trabajadora de las Urgencias del hospital sevillano Virgen del Rocío. Ayer, tras trabajar en el turno de noche y absolutamente rendida por el cansancio, explicaba su situación a media mañana. Habla como representante de su padre, un anciano de 81 años que acabó con 110.000 euros invertidos en preferentes sin tener la menor idea. "Él siempre pensó que tenía un plazo fijo, que podría disponer del dinero que ahorró a lo largo de su vida en un plazo no superior a las 24 horas. Así se lo dijeron". Como siempre, fue al intentar sacar el dinero del banco cuando se percató de que no era posible, "que el banco se lo había quedado". "Mi padre estuvo más de veinte años trabajando en París antes de poder volver a España. El fruto de ese esfuerzo decían que había volado".Una de las propuestas que, según Toñi Galafate, se le realizó desde el banco fue "firmar de nuevo para pasar de preferentes a obligaciones, pero me negué en redondo. Ya no me fiaba".
El tercer caso es el de la familia de Ana Chamorro, cuyo suegro de 75 años confió sus ahorros al director de la entidad bancaria. Se trató de unas pocas decenas de miles de euros que se consideraban seguros hasta el momento en que la crisis trajo el desempleo y en los hogares comenzaron a prodigarse los parados. Vuelta a empezar. Paseo al banco, solicitud de reintegro y contestación contundente: "No puede sacar dinero". La solución que se le ofreció a su suegro aún indigna a Ana: "Le ofrecieron un préstamo ¡de su propio dinero!". El plazo fijo se había transformado en preferentes, un producto de alto riesgo "sin que él hubiera firmado absolutamente nada".
Los afectados se negaron a ser recibidos por el director de la sucursal en entrevistas individuales, "más que nada para evitar que pudieran presionar a la gente mayor o convencerla con cualquier otro producto", dice Macarena Ríos, "es por eso que fuimos todos a una y en esa nos dijeron que ellos también habían sido engañados, pero a esas alturas ya ninguno nos lo creíamos".
En Trebujena las noticias, buenas y malas, viajan a la velocidad del rayo. Muy pronto se dieron cuenta de que eran muchos los afectados (un centenar) y decidieron ponerse manos a la obra. Lo hicioeron finalmente seis de ellos. Tras pasar por abogados "y con la soga al cuello decidimos movilizarnos. La verdad es que en este asunto se puede decir que nos hemos autodefendido". Los primeros abogados, asegura Ana, les salieron 'ranas' por lo que fueron directamente a la Fiscalía de Cádiz. El interés del ministerio público provocó que el caso se derivase a la Fiscalía de Jerez, que puso a uno de sus profesionales a seguir el asunto. La Policía Judicial de la Guardia Civil hizo el resto.
A día de hoy, Macarena Ríos ha cobrado 15.900 de los 16.000 euros que ingresó de la pensión de su hija. "Me han cargado no sé qué gastos pero ni he protestado ya". Por su parte a los padres de Toñi Galafate les han devuelto los ahorros de toda su vida (110.000 euros) al igual que a los suegros de Ana Chamorro y sus tres hijos parados.
A pesar de la felicidad que supone poner fin a un conflicto de estas características, Macarena decía sentirse ayer un tanto extraña. "es como si esto fuera un regalo, un premio... Y no es así, pues lo único que he conseguido es que me devuelvan el dinero que le ingresé a mi hija", dice antes de abrazar a su hija con cara de satisfacción.
En su informe, la Guardia Civil destaca la "escasa o nula" cultura financiera de los ahorradores, así como que se les prometió desde el banco que "podrían recuperar fácilmente su dinero". Fuentes de la Benemérita aseguran hasta que "hubo quien firmaba con el dedo al ser analfabeto".
"De las declaraciones realizadas por los afectados se desprende que en ningún caso se les informó de las características técnico-jurídicas de lo que firmaban, en relación a la posible irrecuperabilidad del dinero" así como que al firmar pasaban a ser "inversores-accionistas del banco".
Los afectados narraban ayer "el largo sufrimiento" que han soportado en los últimos dieciséis meses. Lo hacían en la calle, a escasos metros de la sucursal que, pacíficamente, 'asaltaron' unos cien clientes solicitando explicaciones a un director, Antonio, en el que todos confiaban... hasta entonces.
El banco les ofreció cambiar de preferentes a obligaciones pero 11 de ellos pidieron el dinero. Seis de los mismos pidieron ayuda a la Fiscalía Provincial.
Un caso especialmente curioso es el de Macarena Ríos, licenciada en Dirección de Empresas, estudiante de Derecho y turronera por profesión y tradición. Su hija, de 17 años, recibe una pensión de orfandad después de que su padre falleciera. Ronda ahora los 190 euros mensuales. "Desde hace siete años fui ingresando ese dinero en un plazo fijo después de decirle al director de la sucursal que lo que no quería eran riesgos. Me dijo entonces que el plazo fijo vencía en febrero y en agosto y que si no lo quería renovar que me pasara por allí. Si quería seguir adelante, que no fuera, que él mismo lo haría automáticamente".
Todo fue bien hasta que un dentista prescribió un aparato odontológico a su hija en una visita. "Un gasto extra entre 3.000 y 4.000 euros de esos que nadie espera", reconoce Macarena Ríos. Acto seguido fue al banco y pidió retirar parte del dinero. Y le dijeron que no. "Sin explicaciones ni nada. Es entonces cuando me entero de que son preferentes". Corría por entonces enero de 2012. En total, hasta entonces había logrado ingresar en la cuenta 16.000 euros.
El segundo caso al que ha tenido acceso este Diario es el de Toñi Galafate, trabajadora de las Urgencias del hospital sevillano Virgen del Rocío. Ayer, tras trabajar en el turno de noche y absolutamente rendida por el cansancio, explicaba su situación a media mañana. Habla como representante de su padre, un anciano de 81 años que acabó con 110.000 euros invertidos en preferentes sin tener la menor idea. "Él siempre pensó que tenía un plazo fijo, que podría disponer del dinero que ahorró a lo largo de su vida en un plazo no superior a las 24 horas. Así se lo dijeron". Como siempre, fue al intentar sacar el dinero del banco cuando se percató de que no era posible, "que el banco se lo había quedado". "Mi padre estuvo más de veinte años trabajando en París antes de poder volver a España. El fruto de ese esfuerzo decían que había volado".Una de las propuestas que, según Toñi Galafate, se le realizó desde el banco fue "firmar de nuevo para pasar de preferentes a obligaciones, pero me negué en redondo. Ya no me fiaba".
El tercer caso es el de la familia de Ana Chamorro, cuyo suegro de 75 años confió sus ahorros al director de la entidad bancaria. Se trató de unas pocas decenas de miles de euros que se consideraban seguros hasta el momento en que la crisis trajo el desempleo y en los hogares comenzaron a prodigarse los parados. Vuelta a empezar. Paseo al banco, solicitud de reintegro y contestación contundente: "No puede sacar dinero". La solución que se le ofreció a su suegro aún indigna a Ana: "Le ofrecieron un préstamo ¡de su propio dinero!". El plazo fijo se había transformado en preferentes, un producto de alto riesgo "sin que él hubiera firmado absolutamente nada".
Los afectados se negaron a ser recibidos por el director de la sucursal en entrevistas individuales, "más que nada para evitar que pudieran presionar a la gente mayor o convencerla con cualquier otro producto", dice Macarena Ríos, "es por eso que fuimos todos a una y en esa nos dijeron que ellos también habían sido engañados, pero a esas alturas ya ninguno nos lo creíamos".
En Trebujena las noticias, buenas y malas, viajan a la velocidad del rayo. Muy pronto se dieron cuenta de que eran muchos los afectados (un centenar) y decidieron ponerse manos a la obra. Lo hicioeron finalmente seis de ellos. Tras pasar por abogados "y con la soga al cuello decidimos movilizarnos. La verdad es que en este asunto se puede decir que nos hemos autodefendido". Los primeros abogados, asegura Ana, les salieron 'ranas' por lo que fueron directamente a la Fiscalía de Cádiz. El interés del ministerio público provocó que el caso se derivase a la Fiscalía de Jerez, que puso a uno de sus profesionales a seguir el asunto. La Policía Judicial de la Guardia Civil hizo el resto.
A día de hoy, Macarena Ríos ha cobrado 15.900 de los 16.000 euros que ingresó de la pensión de su hija. "Me han cargado no sé qué gastos pero ni he protestado ya". Por su parte a los padres de Toñi Galafate les han devuelto los ahorros de toda su vida (110.000 euros) al igual que a los suegros de Ana Chamorro y sus tres hijos parados.
A pesar de la felicidad que supone poner fin a un conflicto de estas características, Macarena decía sentirse ayer un tanto extraña. "es como si esto fuera un regalo, un premio... Y no es así, pues lo único que he conseguido es que me devuelvan el dinero que le ingresé a mi hija", dice antes de abrazar a su hija con cara de satisfacción.
En su informe, la Guardia Civil destaca la "escasa o nula" cultura financiera de los ahorradores, así como que se les prometió desde el banco que "podrían recuperar fácilmente su dinero". Fuentes de la Benemérita aseguran hasta que "hubo quien firmaba con el dedo al ser analfabeto".
"De las declaraciones realizadas por los afectados se desprende que en ningún caso se les informó de las características técnico-jurídicas de lo que firmaban, en relación a la posible irrecuperabilidad del dinero" así como que al firmar pasaban a ser "inversores-accionistas del banco".
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