La voluntad de estas gentes que desgestionan a propia voluntad, quienes tienen que ayudarnos, solamente aplicando Justicia según todo lo estipulado, son Sus Señorías. La decencia que nos aplicaran los ladrones y estafadores, los que en otros países estarían, todos, encarcelados, ya la sabemos. Pero ¡ojo!, que estos sinvergüenzas son capaces de decir que quien dirige la economía de una Multinacional española, es un Ayudante Informático. Un currante periférico de un ordenador.
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PÚBLICO.ES, Aníbal Malvar
¿Goiri es tonto o malvado?
El rey mago de nuestro cuento de hoy, Goiri, llegó a la presidencia de la quebrada Bankia a mediados del año que acaba de morir con grandes dolores y agonías nuestros, y entonces enarboló un discurso esperanzador, casi mesiánico. Incluso convenció a los empleados de Bankia para que invirtieran en acciones, insinuando con gracejo un encantador chantaje: si no invertís, Bankia se hundirá y perderéis vuestro puto y miserable puesto de trabajo. Capullos.
En gesto no menos heroico que el de sus despedibles atenienses, Goiri se comprometió a arriesgar también parte de su propio capital en la égida. Siguiéronle en la aventura los desazonados empleados de Bankia, llegando a invertir casi dos millones de euros. Ahora sabemos que todos lo han perdido todo, y que Goiri se gastó en salvar Bankia, y derrochó, unos 50.000 euros. Menos del 10% de lo que cobra anualmente. Y me niego a calcular, al carecer apenas de conocimientos en física de partículas, el porcentaje que le supondrá eso a un tío que se llevó 56 millones de indemnización cuando salió del BBVA (más o menos lo que cobran anualmente 5.000 de sus trabajadores), y que ha apalabrado una pensión de tres millones de euros anuales. Yo no creo que el trabajo de un Goiri multiplique 5.000 veces lo que produce ningún trabajador. No hay un hombre capaz de hacer el trabajo de 5.000, salvo que sea un titán o estemos promoviendo el fascismo de los encorbatados. Cuyo trabajo vale 5.000 veces más que el tuyo o el mío. Y él pierde dinero. Mucho dinero. Nuestro dinero. Goiri no o es tonto. Es un embutido. ¿Se le llama chorizo a este embutido? No, si le llamo chorizo a este embutido me demandan. Pero no me faltan ciertas ganas. Los hechos lo demuestran.
Después, además, el pizpireto Goiri, con cara un poco menos amable de la que puso cuando les pidió la pasta a sus trabajadores, despidió a 6.000. Una joya de gestor, en resumen.
Yo no creo que este tío sea tonto, o que se haya equivocado, como muchos de ustedes propenderán a suponer. Me ronda un pensamiento más guarro. Que será tontería mía. ¿Por qué esos grandes gestores en lo privado se vuelven gilipollas cuando el PP los ficha para lo público? ¿Se vuelven imbéciles cuando trabajan para el presunto bien del pueblo? No. Igual no se vuelven del todo imbéciles. Igual lo que hacen es impedir que exista cualquier atisbo de una banca o empresa pública. De una banca o empresa de los hombres y las mujeres. Y no de esta banca de rodrigos ratos y de goiris.
Y, para mis lectores del PP, que los ha de haber, tengo otra pregunta. Va en vuestro honor, que también estáis jodidos y os considero compañeros: ¿qué coño hacían IU, CCOO, UGT, PSOE y toda la rojería cobrando sueldazos como consejeros de bancas públicas, cual eran las cajas, y no fiscalizando sus cuentas? ¿No se dieron cuenta del choriceo? ¿Tomaban pastas con café y nubecilla de leche antes de recibir el cheque? Un consejero cobra para eso. Se lo lleve a su casa o se lo entregue al sindicato o al partido. ¿Ponían IU, CCOO y UGT a los más imbéciles en Caja Madrid para que no se enteraran de nada? ¿Nadie podía haber llamado a un periódico? ¿Defendemos una ideología o unas siglas? ¿Erais tan tontos o tan malvados como Goiri, consejeros? Poned la cruz en A o en B: o tontos o malvados. Aquí no hay término medio. Soy pueblo, sois mis representantes y me hace falta saberlo. Si sencillamente érais imbéciles quiero saberlo. Que me cuesta el pan de mis hijos lo que no se denunció a tiempo, cojones.
Yo no soy demasiado listo. Pero es innegable que no hicisteis aquello por lo que yo os pagaba, por lo que sacrificaba parte de su sueldo de miseria el pueblo. Y ahí seguís, compañeros. Los mismos nombres, las mismas siglas. ¿No os da un poco de vergüenza? Os invito a largaros y a dejar paso a otra gente. Habéis demostrado que no hacíais ninguna falta. La banca pública, esa a la que yo podía acudir si una vaca se me pone mala, esa que era en parte mía, ya no existe. Las cajas, por ejemplo. Y a ver cómo conseguís darle a esto la vuelta. No es una moneda lanzada al aire. Son demasiadas monedas. Miles de millones de euros en monedas lanzadas al aire. Y ya no es es ninguna nuestra. Que estos millones de monedas lanzados al aire se den la vuelta a nuestro favor, a favor del pueblo, gracias a vosotros ya casi es imposible. Los dos lados de la moneda les favorecen. Si cae cara, ellos tienen mucha cara. Si cae cruz, la cruz siempre será nuestra. Con izquierdistas atontados como vosotros y con una derecha que se demuestra cada vez menos pudorosa en sus ideas, siempre nos tocará la cruz.
Desgraciadamente, con honrosas excepciones, se puede decir que toda una generación de gestores ha faltado a su deber. La magnitud es tal que ya no caben parches, creo que eso los españoles lo deberían tener claro.
Significa que hay que enjuiciar en los tribunales, tal como se hizo en Nürenberg a modo de exorcismo colectivo, a quienes han liderado la estafa más colosal de la historia española. Estafa pecuniaria, pero también estafa moral e intelectual.
España no se merece nada mejor si es incapaz de hacer limpieza como se hizo en Islandia.
Saludos