Basta que habite en ambientes secos, con vegetación agostada, para que al mínimo roce de mi piel con cualquier resto vegetal seco, me proporcione inflamación de la piel, se me hagan ampollas y me produzcan picores desesperantes.
Como disfruto de múltiples aficiones que solo se practican al "aire libre", y la fuerza que me lleva a practicarlas es superior a las molestias que me causa, tomo mis medidas de precaución y de defensa contra la molesta dermatitis.
Mi vida anual, la reparto, en general, nueve meses en Madrid y tres en Murcia. De julio a septiembre ando por los secarrales murcianos. A los cuatro o cinco días de mis primeras incursiones por tierras de vegetales secos, por sedientos de todo tipo, me aparecen los primeros síntomas, ni no he sido precabido. Si tomo las medidas necesarias, puedo acabar indemne, como me ha sucedido el presente año.
Para que esto ocurra, tengo que disfrazarme de invierno, o sea, gorro, tapado hasta el cuello, camisa de mangas largas, guantes, calcetines y botas. Total, adefesio, sí. Pero disfrutando de la vida.
Como sufridor del problema, me pasa lo mismo que a todo el que padece algo desagradable, miro, observo, atiendo, me prevengo, me defiendo de todo lo que otras veces me ha fastidiado. Haciendo eso se llega a conclusiones, sin ser científico, investigador o sabio. Y como tantas y tantas veces acaba apareciendo el problema de la "civilización y del progreso". Tanto hablar y hablar, sin parar, de los estudios de "impacto ambiental", les aseguro que una cosa que en España se suelen pasar las autoridades por el forro, es la llamada "lluvia ácida", si alguien no lo cree, que se den un paseo, en cualquier época del año, por los pinares del Cerro de Los Angeles, o por el de Yuncos, verán lo que hace este fenómeno industrial sobre la naturaleza. Si un pobre pino, gran exponente de lo que escribo, acaba pagando hasta con su vida, semejante ataque antinatural, ¿que les pasará a nuestros indefensos cuerpos?. (*)
Donde los sembrados del mes de mayo, alcanzaban una altura semejante a la de las personas, ahora se quedan a la mitad de su desarrollo (Recuérse la frase para las parejas de enamorados, de irse al "sembrao"), si se hace hoy, nos quedamos con el culo al aire. No nos tapan los sembrados, ni tumbados. La venenosa y permitida "lluvia ácida", es uno de las contaminaciomnes con las que tenemos que compartir nuestras vidas, necesitadas de mas hidratos y mas oxígeno. Donde un espárrago media 40Ctms de alto y tenia un grosor de un centimetro, ahora crece 10 y tiene tres m/m de grosor. Donde habia una poblacion de hormigas de 10 hormigueros, ahora hay uno. Donde habia 15 clases de mariposas, ahora solo vemos 3. Donde se escuchaban melodias de aves canoras, el campo ha enmudecido. Ahora las hurracas, los mirlos y las torcaces, han evolucionado y han tenido que huir de su habitat campero. ¡¡Se han convertido en urbanitas!!, y el pajaro que formaba parte de nuestras vida, el gorrión, está desapareciendo.
Por eso, todo un pueblo, porque somos robados de nuestro derecho a aprender y a concienciarnos, debemos defendernos de quien y quienes hacen todo lo posible porque la masa de españoles, no accedamos a una indispensable capacidad de exigencias. Por eso hay que intentar que un WERT como el que nos ha tocado sufrir, no nos siga jodiendo. Si no somos cultos, no seremos selectivos. Si nos domina Wert, tendremos mas de borregos que de humanos y si nos conformamos con el ambiente que nos prefabrican, seremos dermatíticos atópicos, y lo seremos en todo lo demás, no solo en la dermis; Tambien en los sesos, en la voluntad, en el estómago y hasta en el culo. ¿Alguien ha hecho estudios de impacto ambiental en Madrid sur?. O, concretamente, en los alrededores de ASLAND, VILLALUENGA DE LA SAGRA,TOLEDO, ahora LAFARGE'.
Pero, ¡Ojo!, De la atención que presta cada equipo de autoridades(Gobierno e intereses), hacen diferentes países y diferentes poblaciones. Los hay que se preocupan, y consiguen ser dignos, ellos y sus territorios. Otros se refugian en "sus habitats" y desertizan sus dominios.
Las dermatites atópicas o localizadas, pueden ser menos, mas llevaderas y mejor atendidas. La reaccion defensiva de nuestros organismos, la es por un ataque recibido. Evitemos esos ataques de nuestro medio, haciendo un medio diferente.
(*).-(Hace unos años, en los servicios medicos de La Unión, el facultativo que me atendió en colsulta médica, sin entrar en mas averiguaciones, me dijo ¿Le pasa eso en otros sitios?. Le dije que no. Y me espetó...:
Entonces, ¿a que leches viene usted aquí?. He intentado no verle mas, porque me temo que la próxima vez me dira que quien me ha mandado evolucionar..., que me marche a áfrica a comer frutos como buen mono.
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l. palacios | (colpisa) madrid 20/10/2013
Las cifras son escandalosas. Cerca de 10 millones de niños en España padecen dermatitis atópica, o lo que es lo mismo, entre un 15 y un 20% de los menores de nuestro país, sin olvidar ese 7% de adultos que también lo sufre, pese a que es una patología que afecta en más de un 90% a la población infantil. Y lo que es más preocupante: se ha incrementado hasta en un 300% en los últimos 30 años.
Las causas de este vertiginoso alza no están claras: la polución, los componentes químicos de algunos productos, ciertos alimentos… Todo puede influir, pero lo que sí que están más que probados son los molestos efectos: un escozor que recorre todo el cuerpo y que causa tanto malestar, que repercute en el carácter de quienes lo padecen.
La Dermatitis Atópica (DA) se trata de una enfermedad crónica y no contagiosa, que causa picor e inflamación en la piel. Para su aparición, la genética juega un papel importante, tal y como lo demuestra el hecho de que un 61% de los afectados tiene antecedentes familiares en padres, hermanos o abuelos. Los síntomas son piel seca, escamosa y con escozor.
La dermatitis atópica no tiene tratamiento curativo, pero sí se puede controlar y, sobre todo, prevenir. La enfermedad desaparece en más de un 70 % de los casos tras la pubertad.
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