""Buenos días amigos,
En una conferencia en el Ministerio de
Defensa sobre la legitimidad de los conflictos, nos explicaron que la
violencia en Egipto para derrocar al gobierno electo de los hermanos
musulmanes estaba justificada, ya que habían modificado
plausiblemente su programa electoral una vez elegidos.
Entonces me surgió una pregunta obvia:
en las “democracias” occidentales, cuando un partido con mayoría
absoluta, incumple sus promesas, ¿la violencia está justificada? Es
decir, a un gobierno que ha traicionado sus palabras y cometido
crímenes durante su legislatura, ¿quién le castiga? Por supuesto,
tendremos las urnas para cambiarles, nos dirán. Pero, ¿se
convierten entonces los mandatos en dictaduras de 4 años?
Por supuesto el auditorio se quedó
callado. Poco se puede esperar de individuos con un nacionalismo
irracional y una inexistente capacidad autocrítica. Nadie tuvo la
osadía de mencionar España, pues sería morder la mano que les da
de comer, pero otros países con regímenes comunistas fueron
atacados hasta la saciedad.
¿Qué vía nos queda a nosotros
entonces?
En la Unión Europea, cualquier
propuesta para revisar el tema de las estafas bancarias está
bloqueada por conservadores y social demócratas. “Nuestros”
diputados cobran un salario de entre 6000 y 8000 euros, pero sin ser
esto suficiente, son tentados por los lobbies bancarios, y se
corrompen para conseguir pensiones multimillonarias.
En España vivimos en una dictadura,
una dictadura que presumiblemente cambiará de manos el año que
viene. Es la dictadura de la impunidad. Los crímenes en nuestra
pseudodemocracia no tienen consecuencias penales, lo único que se
están jugando nuestros políticos es la reelección. Lo demás, les
resbala.
Pero nosotros vamos a utilizar la
presión social hasta que revienten y nos devuelvan lo que es
nuestro.
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