Ahora toca mostrar el talante de la judicatura. Los jubiladrones están en los juzgados. Los jueces los tienen pillados. El pueblo indignado demanda justicia. ¿Encontraran los jueces o fiscales razones para que sigan viviendo en su mundo y en su nivel?. ¿Buscaran el fiel de la balanza, en justicia, en decencia y en honor?.
Los ladrones de la banca española, como los de las Cajas, desde sus cúpulas, se han hartado a robar. Ahora toca a los representantes de la Ley, aplicar Justicia Justa, mas que Justicia Legal. Y si no disponen de las leyes oportunas, que las pidan al Legislativo. Lo que no puede ser es que los españoles estemos en manos de estos ladrones desalmados y que jugando con las leyes que se hacen o que les hacen sus amigos, nos esquilmen y nos hagan desesperar.
Estos cuatro fulanos, como todo el grupo que actúa de igual forma en el sector, han hecho del delito su vida cotidiana. Si los jueces no juzgan sus conciencias, en lugar del sentido de la letra, estamos perdidos, hace falta ser golferas para decir «el personal laboral común cobraba del fondo de pensiones y de la póliza, no consolidar los derechos de los directivos de la misma forma hubiera supuesto que ellos tuvieran todos los derechos y nosotros cuatro sólo un trozo». Han sido, y son capaces, de encontrar derechos morales para llevarse la pasta, comparándose con cualquier currito que a duras penas le jubilan con una cantidad para que solo pueda malvivir.
Hace falta ser cabrón, para decir ante un Juez que si no hubieran cobrado sus pensionazas «se hubiera incurrido en una clara discriminación» respecto al conjunto de la plantilla.
Esperemos que esta sinrazón no la vean los jueces como se la presenta.
¡¡¡LOS GOLFOS A LA CARCEL!!!
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Martes, 20 de mayo de 2014
Ex directivos de Caixa Penedés no ven correcto no cobrar su ‘pensionazo’
Los cuatro ex altos cargos sostienen que los 31,6 millones reconocidos eran legales por contrato.
josé antonio bravo | madrid 20/05/2014
Un ‘pensionazo’ de 31,6 millones a repartir entre cuatro ex altos cargos de Caixa Penedés que, lejos de resultar algo extraordinario, eran «normales» e incluso estaban reconocidos por contrato. Es lo que defendieron ayer en la Audiencia Nacional, durante la primera sesión del juicio donde se enfrentan a penas de hasta tres años y medio de cárcel por presuntos delitos de apropiación indebida y administración desleal.
«Discriminación»
Es más, alegaron que de no haber suscrito las pólizas de seguros y los planes de pensiones que les garantizaban tales ingresos a su jubilación «se hubiera incurrido en una clara discriminación» respecto al conjunto de la plantilla. Así lo declaró a preguntas del juez central de instrucción, José María Vázquez Honrubia, el ex director general adjunto de la que fue tercera caja de ahorros catalana, Santiago José Abella.
Abella señaló que dichas jubilaciones, aunque elevadas -si bien ‘sólo’ llegaron a cobrar 15,1 millones-, «eran legales». El contrato de alta dirección que firmó -al igual que sostuvieron los otros tres acusados en sus casos respectivos- «decía con total claridad que tenía derecho a prejubilarme y que cobraría el 90% de mi retribución fija hasta los 65 años». Y lo hizo. Desde enero de 2007, cuando contaba con 61 años, «estoy felizmente jubilado», sentenció.
La tesis de Abella, secundada por sus compañeros de banquillo, fue la siguiente: si «el personal laboral común cobraba del fondo de pensiones y de la póliza, no consolidar los derechos de los directivos de la misma forma hubiera supuesto que ellos tuvieran todos los derechos y nosotros cuatro sólo un trozo». Su ‘pedazo’ reconocido consistió en 5,7 millones, frente a los 11,6 del ex director general Ricad Pages, los 4,8 del antiguo directivo Joan Caellas y los 6,1 del también ex director general Manuel Troyano.
La vista oral continuará hoy con la finalización del interrogatorio a los acusados y el comienzo de las comparecencias de los testigos. En principio, no obstante, estaba previsto que la vista oral se prolongue hasta la semana próxima.
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