COPIO, CORTO Y PEGO
Esta gente no descansa ni en fin de semana. Uno de los nenes cantera
del partido, miembro de sus Nuevas Generaciones (NNGG), Luis Miguel
Santigosa de la Riva se llama, ha pedido a través de su perfil de Twitter que
electrifiquen las vallas de Melilla y Ceuta o al menos se les dote “con
todos los medios posibles para que NADIE la atraviese”. “Con cuchillas o
sin cuchillas pero lo cierto es que se cuelan cientos de inmigrantes
ilegales día sí y día también y ya estamos hartos todos”, ha añadido. Ya
anda pidiendo perdón antes de que hagan el paripé de expulsarle. A un
chico tan aplicado con las enseñanzas y prácticas de sus mayores le
espera un futuro prometedor. Que le pregunten a Carromero.
El joven miembro del PP ha sido quien me ha dado la idea: si, según
ellos, no caben los africanos lo mejor es que esta gente, los racistas,
se vayan y dejen sitio. Yo prefiero mil veces a quienes se buscan
decentemente la vida que a quienes viven del cuento… y de prejuicios.
En este continuo dilema de si nos vamos de este desgraciado país o
les echamos, echamos a quienes lo destrozan, he visualizado una imagen
que es un idílico sueño: deportarlos a un islote en mitad de un lago
bien grande. De entrada he recordado el Tanganica, pero es el segundo
mayor del mundo. Y eso me ha llevado al primero: el Lago Baikal que
ofrece más ventajas. Baikal está en el sur de Siberia y pienso yo que
purifica y regenera mucho más la temperatura fresca, muy fresca bien es
verdad, que la calidez del clima africano. Pero no es su única ventaja.
Su tamaño. 31494 km² de superficie, 636 kms de largo, 80 kms de ancho
y 1680 metros de profundidad. Confinarlos en un islote en medio, un
barco varado, una plataforma, lo que sea para que en esa soledad
recapaciten. Se arrepientan de sus muchos atropellos y traten de ser un
partido conservador homologable en democracia.
El Lago Baikal tiene una riqueza inmensa en biodiversidad que dotaría
probablemente a los miembros del PP trasladados -en los casos menos
rebeldes al tratamiento, ya sabemos que muchos de ellos (Báñez,
Cospedal, Montoro, Mato, Botella, etc) son irrecuperables- de algo de
cultura y de pasión por el conocimiento y hasta por la belleza. Seguro
que se dejaban allí el pelo de la Dehesa. Además habrían de trabajar
para mantenerse, y cuidarse de sus cosas, sin servicio doméstico ni
nada, una gran enseñanza en ese medio tan natural.
Otra ventaja añadida, quizás la principal: Baikal es el lago de menos
turbidez del mundo. El más claro y limpio. Vivir allí una temporada,
observando sus insólitas aguas claras e impolutas en lugar del lodazal
en el que tenemos convertida España, debe ser definitivo para cambiar de
actitud. Vamos, que vendría a ser como unos ejercicios espirituales,
pero en decencia. Es por su bien.
Y con este ingenuo deseo de fin de semana –siempre preferible a
cortarse una misma las venas o salir a montar barricadas que en
solitario como que no funciona- os dejo queridos niños. Con toda esta
gente que manda en el PP (no son tantos en realidad) ubicada hasta su
regeneración en el lago Baikal seríamos mucho más felices y comeríamos
perdices o lo que bien nos viniera. Y colorín, colorado, este cuento se
ha acabado. Por el momento. Ya pensaremos si tenemos que llevar a
alguien más.
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